Un sacerdote LGBT en Nueva York, el padre Bryan Massingale, ha generado controversia al liderar una misa en la que mujeres realizaron una "danza litúrgica" mientras ondeaban grandes banderas arcoíris de orgullo LGBTQ+. El evento, celebrado en la Iglesia de San Ignacio de Loyola, ha sido criticado por católicos en redes sociales, quienes lo consideran una falta de respeto a la fe. La misa se llevó a cabo en el contexto del Día Mundial del SIDA y ha suscitado un intenso debate sobre la inclusión y las prácticas litúrgicas dentro de la Iglesia Católica.
Un video que muestra a mujeres participando en lo que se denomina “danza litúrgica” mientras agitan grandes banderas de orgullo LGBTQ+ ha suscitado la condena de católicos en las redes sociales.
El clip revela a las mujeres girando y moviéndose por el pasillo y hacia el santuario de una iglesia católica dirigida por jesuitas en Manhattan, Nueva York.
Según un informe de LifeSiteNews, el padre Bryan Massingale, el sacerdote controvertido que presidió la misa titulada “Todos los corazones juntos: una misa para la comunidad LGBTQ+”, ha admitido públicamente ser “gay”.
La indignación fue palpable. Un comunicado de Catholic Vote, que compartió el video viral, describió la situación como “vil”. En su declaración, se afirmaba: “Durante la misa en la Iglesia de San Ignacio de Loyola en Nueva York, una danza litúrgica blasfema tuvo a bailarines ondeando banderas del orgullo gay, profanando la fe en un intento retorcido de parecer más ‘inclusivos’.”
Las reacciones no se hicieron esperar. Un usuario de X expresó: “Esto es una abominación. ¿Está esta iglesia bajo el cardenal Dolan? Todos debemos escribir al episcopado y solicitar una declaración/corrección sobre esto.”
Otro comentario decía: “Nada que ver aquí, solo una ridícula danza arcoíris en la ‘misa’ con el Rev. Bryan Massingale en la iglesia San Ignacio de Loyola de Nueva York. La ocasión fue el Día Mundial del SIDA.”
Además, Dr. Taylor Marshall comentó irónicamente sobre las restricciones a la Misa Tradicional Latina, sugiriendo que estas controversias son parte de un debate más amplio dentro de la Iglesia.
Un usuario también afirmó: “Eso no es adoración a Dios, sino a uno mismo. Es satánico sin lugar a dudas.” En este contexto, instó a los obispos a decidir a quién sirven y a pronunciarse unánimemente contra tales actos.
La discusión sobre esta misa y sus implicaciones continúa generando opiniones encontradas entre los fieles y líderes religiosos.