Joaquín ABAD | Lunes 15 de junio de 2015
Siendo rigurosos hay que aplaudir el mérito del ex ministro José Bono al revelar en su segundo libro cientos de asuntos que han sido ocultados a los españoles. Porque de la jugosa lectura del libro "Diario de un ministro" que nos narra día a día sus conversaciones, sus pensamientos, sus decisiones, sacamos varias conclusiones.
A parte del método utilizado para conseguir textualmente dichas conversaciones, de las que se da cumplida cuenta en el artículo que publica mil21.es, es interesantísimo conocer desde dentro las decisiones que se tomaron en la etapa de Rodríguez Zapatero. Sobre todo hay que conocer como se llevó a cabo la negociación del estatuto de Cataluña, que Bono insistía que era una ventana al secesionismo y que él, como ministro de Defensa, no estaba nada de acuerdo. Anunció a quien quería escucharle que se marcharía del gobierno antes de que se aprobara un estatuto con el que estaba totalmente en contra y avisaba, como otros ministros, de que era un error.
En las páginas del libro se describen, con la claridad que caracteriza al autor y político, las interioridades de un gobierno que cede ante los nacionalistas, las negociaciones de Alfredo Pérez Rubalcaba que fue quien lo llevó a cabo, así como las maniobras de María Teresa Fernández de la Vega para que no se debatiera.
Es una pena que conozcamos ahora, y no en su fecha, las propuestas de Maragall, de Artur Más pidiendo más dinero a cambio de no seguir la senda independentista, todo lo del tres por ciento que venían cobrando, desde siempre, los de Convergencia a las empresas que hacían negocios en Cataluña. La historia que conocemos es la que en su día se filtró a los periódicos, que no era la real. Como todas las intentonas de proclamas de militares que se manifestaban contrarios al estatuto catalán.
No hay que leer el libro para estar de acuerdo de que José Bono fue un buen ministro de Defensa. Ejerció un cargo que le iba como anillo al dedo y fue leal en casi todas sus actuaciones. Frenó al mismísimo Rey Juan Carlos en muchas de sus interferencias y al sentirse respaldado por el Presidente del Gobierno, por Zapatero, actuó con completa independencia y patriotismo. Otra cosa son sus negocios, su fortuna y demás asuntos.
El libro es una aportación a la reciente historia del gobierno de Rodríguez Zapatero cuya verdad la conocemos ahora, que no en su día.
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