La Corte Suprema de Kenia ha suspendido la inmunidad diplomática otorgada al Fondo Bill y Melinda Gates, que había sido concedida en octubre por el gobierno keniano. La decisión, tomada el 25 de noviembre tras un desafío legal de la Sociedad de Abogados de Kenia, será revisada el 5 de febrero de 2025. Esta suspensión implica que la fundación ya no goza de privilegios especiales en el país, lo que ha generado un debate sobre la influencia y el poder de las grandes fundaciones en naciones en desarrollo. La medida también plantea preocupaciones sobre la rendición de cuentas y la soberanía legal en África, donde se teme que otros países puedan sentirse presionados a otorgar inmunidades similares.
La Corte Suprema de Kenia ha decidido suspender la inmunidad diplomática otorgada en octubre por el gobierno keniano a la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta resolución, emitida el 25 de noviembre, fue el resultado de un desafío legal presentado por la Sociedad de Abogados de Kenia contra el gobierno. La situación será revisada nuevamente el 5 de febrero de 2025.
Con esta decisión, la Fundación Gates ya no cuenta con inmunidad diplomática ni privilegios especiales en Kenia.
El fallo plantea interrogantes sobre los poderes y privilegios que poseen figuras como Gates y otros filántropos multimillonarios que operan en países en desarrollo. A pesar de su relevancia, la noticia ha sido mayormente ignorada por los medios internacionales tradicionales.
Según informes, el gobierno keniano reconoció en octubre a la Fundación Gates y a sus empleados como una entidad benéfica con derechos especiales bajo la Ley de Privilegios e Inmunidades. Este estatus eximía a la fundación y a su personal de acciones legales por actos realizados en Kenia durante el desempeño de sus funciones oficiales.
No obstante, el fallo del 25 de noviembre suspendió dicha inmunidad hasta al menos el 5 de febrero de 2025, cuando se revisará el progreso del caso y se fijará una fecha para las audiencias orales sobre la petición presentada. Además, se ordenó a todos los demandados, incluido el ministro de Relaciones Exteriores de Kenia y la Oficina del Estado Legal, que “recojan, preserven y compilen toda documentación” relacionada con los privilegios otorgados a la Fundación Gates.
La Fundación Gates y el gobierno keniano tienen plazo hasta el 10 de diciembre para responder a esta solicitud. Los privilegios diplomáticos previamente concedidos permitían a la fundación “realizar contratos, acciones legales y transacciones inmobiliarias dentro del país”, además de otorgarles “exenciones fiscales e inmunidad ante acciones legales relacionadas con sus deberes oficiales”. Esta situación ha generado preocupación entre muchos ciudadanos kenianos.
En su impugnación legal, la Sociedad de Abogados de Kenia argumentó que dicha inmunidad “socava el interés público y los principios constitucionales”, solicitando que se declare nula y sin efecto la decisión gubernamental. Por su parte, expertos han señalado que este tipo de decisiones podrían crear un precedente peligroso para otros países africanos.
Dr. David Bell, médico especialista en salud pública, afirmó que esta suspensión demuestra que “el sistema keniano está funcionando como debería”. También expresó su preocupación por las implicaciones que tiene otorgar inmunidad a extranjeros con intereses financieros en medicamentos administrados localmente.
Shabnam Palesa Mohamed, directora ejecutiva de Children’s Health Defense Africa, describió como “horrificante” la decisión del gobierno keniano al ofrecer inmunidad a la Fundación Gates. Según ella, esto refleja cómo “nuestros gobiernos están capturados”. Mohamed advirtió sobre las consecuencias negativas que esta decisión podría acarrear: erosión de la responsabilidad pública, trato desigual ante la ley y daño a la soberanía nacional.
Catherine Austin Fitts, fundadora del Solari Report, también criticó esta tendencia creciente hacia otorgar inmunidades diplomáticas a organizaciones internacionales, sugiriendo que contribuye a erosionar el estado de derecho.
Aparte del tema diplomático, las inversiones masivas de Gates en África abarcan sectores como agricultura y salud pública. Recientemente se anunció que asesorará al gobierno keniano sobre el lanzamiento del sistema digital Maisha Namba, asignando un identificador único a cada recién nacido.
A pesar del respaldo oficial recibido por parte del gobierno keniano para otorgar inmunidad a la Fundación Gates bajo prácticas diplomáticas rutinarias, críticos insisten en que estas medidas crean presiones económicas sobre otros países africanos para ofrecer exenciones similares. Esto podría llevar a una serie de países vecinos a seguir el ejemplo kenyano para atraer inversiones extranjeras.