El gobierno francés ha sido disuelto tras la oposición de millones de ciudadanos a la agenda del Foro Económico Mundial (WEF). El primer ministro Barnier perdió una votación de confianza el 4 de diciembre, lo que llevó a su renuncia y a la necesidad de que el presidente Macron designe urgentemente un nuevo premier. Este evento marca un cambio significativo en la política francesa, con críticas al presupuesto del gobierno y cuestionamientos sobre la gestión fiscal. Se espera que el nuevo primer ministro proponga un gabinete y presente un presupuesto para 2025 ante el parlamento.
El gobierno francés ha sido disuelto tras la creciente oposición de millones de ciudadanos que rechazan la agenda del Foro Económico Mundial (WEF) en el país y buscan recuperar el control sobre su nación.
El miércoles 4 de diciembre, el primer ministro francés, Barnier, perdió una votación de no confianza, obteniendo 331 votos cuando se necesitaban solo 288. Esta situación obligó a su gobierno a renunciar y llevó al presidente Macron a nombrar urgentemente un nuevo primer ministro.
Según reporta Infowars.com, el debate previo a la votación fue intenso, con la líder del partido Reagrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, criticando fuertemente el presupuesto de Barnier y declarando que su gobierno estaba “muerto en el agua”.
“Es el fin de este efímero gobierno,” afirmó Le Pen.
Gran parte de sus comentarios se centraron en los impuestos incluidos en el presupuesto de Barnier, al que calificó como “todo sobre impuestos, impuestos y más impuestos.”
“¿Dónde está todo el dinero? Los franceses quieren saber,” expresó.
“Aquellos que piensan que estoy buscando una política desastrosa a través de una votación de no confianza deben entender que la política desastrosa sería no censurar un presupuesto así, un gobierno así,” agregó Le Pen.
Boris Vallaud, líder del Partido Socialista en el parlamento, calificó el presupuesto de Barnier como “injusto e ineficiente” y confirmó su voto en contra. Por su parte, Coquerel, del partido Francia Insumisa, criticó al gobierno por no realizar suficientes compromisos respecto al presupuesto y respaldó la moción de no confianza presentada por la coalición de izquierda.
El primer ministro saliente advirtió que los mismos problemas enfrentarán al siguiente gobierno si él es destituido. Indicó que le habría gustado distribuir recursos aunque no hay disponibilidad financiera.
“Esto no desaparecerá con la magia de una moción de no confianza.”
Macron tiene antecedentes de elegir personas inesperadas como primeros ministros, además de cambiar su decisión en el último momento. Entre los nombres que circulan en París como posibles sucesores se encuentran:
Cabe destacar las palabras de Le Pen sobre si Macron debería continuar en el cargo:
"Dependerá de su conciencia decidir si puede sacrificar la acción pública y el destino de Francia por su propio orgullo."
A pesar del tumulto político actual, Macron ha manifestado su intención de cumplir con su mandato completo hasta 2027. En declaraciones recientes durante un viaje a Arabia Saudita, afirmó:
"He sido elegido dos veces por el pueblo francés y estoy extremadamente orgulloso de ello."
"Honraré esa confianza con toda mi energía hasta el último segundo."
A medida que se desarrollan estos acontecimientos políticos significativos en Francia, los mercados financieros han reaccionado ante las incertidumbres generadas por esta crisis gubernamental. La eurozona mostró movimientos fluctuantes antes y después del voto crucial.
A medida que se avanza hacia una nueva etapa política en Francia, las expectativas sobre quién será el próximo primer ministro siguen siendo altas entre analistas y ciudadanos por igual. Las decisiones tomadas durante este periodo tendrán repercusiones significativas tanto dentro como fuera del país.
El gobierno francés se vio obligado a disolverse tras perder una votación de confianza, lo que llevó a la renuncia del primer ministro Barnier y a la necesidad de que el presidente Macron nombrara urgentemente a un nuevo premier.
Las críticas se centraron en el presupuesto presentado por Barnier, que fue calificado como "injusto e ineficiente" por varios líderes parlamentarios, incluyendo a Boris Vallaud, jefe de los socialistas.
Barnier presentará su renuncia y su gabinete saliente permanecerá en funciones con poderes limitados hasta que Macron designe un nuevo primer ministro. Durante este período, es probable que el gobierno dependa de legislación de emergencia no probada para gestionar impuestos y gastos vitales.
Entre los nombres que circulan se encuentran Bernard Cazeneuve, Sébastien Lecornu, François Bayrou y Jean Castex, cada uno con diferentes antecedentes y conexiones políticas.
Le Pen ha manifestado que corresponde a Macron decidir si puede sacrificar la acción pública por su propio orgullo, sugiriendo que su permanencia en el cargo podría ser problemática dado el descontento social.
Los mercados financieros mostraron volatilidad antes y después de la votación, con una caída en los valores del euro y un aumento en los rendimientos de bonos franceses en comparación con Alemania.