En un contexto marcado por la tensión política y la negociación intensa en el seno de la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha salido en defensa de Teresa Ribera, designada como nueva número dos con los populares españoles contraviniendo a sus homólogos europeos, lo que ha provocado un cisma en el seno del PPE.
La elección de Ribera, ya ex vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para un puesto de tan alta responsabilidad en la Comisión Europea, ha sido objeto de debate y controversia. El PP español, liderado por Feijóo, ha manifestado su oposición a su nombramiento, cuestionando su gestión en la crisis de la DANA en Valencia y su idoneidad para liderar la política de competencia de la UE en un momento crítico, desviando la atención de quien sí tenía la potestad durante la tragedia sucedida en Valencia, Carlos Mazón.
Pese a esto, Von der Leyen ha subrayado la preparación de Ribera y su compromiso con la causa europea: "Está bien preparada para asegurar que tengamos una política de competencia moderna que respalde nuestras ambiciones". Esta defensa se da en un momento en el que la nueva Comisión, con un notorio giro hacia la derecha, se prepara para enfrentar grandes desafíos geopolíticos, incluida la competencia global con potencias como Estados Unidos y China, y la necesidad de fortalecer la competitividad europea.
El apoyo de Von der Leyen a Ribera no es solo un respaldo a su persona, sino también una señal de la importancia que la presidenta de la Comisión le da a la continuidad y el fortalecimiento de políticas verdes y de transición justa dentro del marco europeo. Ribera, con su historial en políticas ambientales y energéticas, está posicionada para influir significativamente en estas áreas cruciales.
El PP español, al votar en contra de la nueva Comisión en su totalidad, ha enviado un mensaje claro de descontento, marcando una división interna dentro del PPE, que tradicionalmente ha sido un bloque unido. No obstante, la coalición mayoritaria en el Parlamento Europeo, formada por populares, socialdemócratas y liberales, ha logrado superar las divisiones para aprobar la Comisión, permitiendo que empiece a trabajar desde el 1 de diciembre en un escenario internacional complejo y en constante evolución.
Von der Leyen ha hecho un llamamiento a la unidad, subrayando que la superación de las diferencias y la construcción de compromisos es esencial para el funcionamiento de cualquier democracia viva. La defensa de Ribera por parte de Von der Leyen refleja no solo una confianza en su capacidad, sino también una estrategia para mantener un equilibrio ideológico dentro de la Comisión que refleje la diversidad política de la UE.
Este apoyo a Ribera también pone de manifiesto la lucha interna dentro de la política europea entre avanzar hacia políticas progresistas en áreas como el medio ambiente y la competencia, y las presiones de los sectores más conservadores para debilitarlas o redirigirlas. Con la nueva Comisión lista para tomar las riendas, la forma en que Ribera y sus colegas manejen estos equilibrios será crucial para el futuro de la Unión Europea.