Esta decisión, revelada a través de un comunicado personal en redes sociales y en un extenso escrito, se produce en medio de una controversia generada por acusaciones anónimas de varios actos de violencia machista.
Errejón, quien ha sido parte de la política española desde la irrupción de Podemos, ha explicado su decisión citando la necesidad de "cuidarse" y avanzar en un proceso personal que requiere alejarse del ritmo y las exigencias de la primera línea política. En su comunicado, Errejón menciona haber alcanzado "el límite de la contradicción entre el personaje y la persona", haciendo hincapié en cómo la vida pública puede llevar a comportamientos que se desvían de los valores que uno promueve, como la empatía y el cuidado por los demás.
La noticia de la dimisión ha generado una ola de reacciones en la plataforma X, donde usuarios han expresado diversas opiniones. Algunos destacan la ironía de que un defensor público de los derechos de las mujeres sea acusado de violencia machista, mientras otros critican lo que ven como una hipocresía inherente en la política. La dimisión de Errejón ha sido interpretada por algunos como un reconocimiento tácito de las acusaciones, mientras que otros lo ven como un paso necesario para su bienestar personal.
La salida de Errejón del panorama político institucional deja un vacío en Sumar, donde había desempeñado un papel crucial en la estrategia y la imagen del partido. Su marcha podría significar un realineamiento interno y posiblemente una renovación de figuras dentro de la coalición, especialmente en un momento donde la izquierda busca redefinir su mensaje y estrategia ante el electorado.
La dimisión de Íñigo Errejón no solo marca el fin de una etapa para él mismo sino que también invita a la reflexión sobre cómo la política y la vida personal de los políticos se entrelazan, y cómo las expectativas de congruencia entre discurso y acción pueden ser un desafío constante. Errejón ha expresado su esperanza de que su decisión contribuya a la renovación generacional y de ideas en las fuerzas democráticas y populares, aunque la controversia que lo rodea también deja una lección sobre la necesidad de la coherencia personal en la política.