CLAVES

700.000 personas LGTBI+ sufrieron acoso y alrededor de 250.000 agresiones en España en el último año

Virginia González | Jueves 10 de octubre de 2024
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) denuncia que casi 6 de cada 10 víctimas de acoso o agresión por LGTBIfobia sienten ansiedad y miedo más de la mitad del tiempo. Así se desprende de la investigación Estado LGTBI+ 2024, elaborada por la Federación con datos de 40 dB.

Pero, además, los datos revelan que sufrir actos de odio está relacionado con mayores niveles de la depresión y la ansiedad entre las personas LGTBI+. Esto demostraría que la violencia física que sufre el colectivo también ataca a su salud mental.

De hecho, según los datos, más de la mitad (51%) de las personas que sufrieron agresiones asegura sentir rabia más de la mitad del tiempo, frente a un 16% en el caso de las personas LGTBI+ que no las han sufrido. Un 57,6% de quienes sufrieron agresiones dice sentir miedo más de la mitad del tiempo, frente a un 16.70% de quienes no han sido atacadas y un 58,90% de las víctimas declaran sentir ansiedad más de la mitad del tiempo, frente a un 32,10% de la población LGTBI+ que no ha sufrido experiencias de ese tipo.

Por eso, la Federación insiste en atajar el origen de esta violencia, los discursos de odio, que son la antesala del delito. Y es que, según la FRA, en España se ha pasado de un 8% de personas LGTBI+ agredidas física o sexualmente en 2020, a un 12% en 2024. Así, la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Uge Sangil, defiende que “necesitamos urgentemente un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables para que deje de legitimarse esta violencia y para que la LGTBIfobia deje de ser rentable políticamente”.

Por su parte, el co-coordinador del Grupo de Salud Integral, Toni Martí, recuerda que en el último año, en España 700.000 personas LGTBI+ sufrieron acoso y 250.000 fueron víctimas de agresiones físicas o sexuales por ser LGTBI+. “Hay que atender, entender, acompañar y escuchar a las víctimas”, declara. “La sanidad pública ha de aumentar recursos porque no todo el mundo puede acceder a la sanidad privada. La población LGTBI+ es una de las que tiene cuotas más altas de suicidio y, por eso, debemos invertir en prevención”, defiende.

La discriminación también es violencia

Por su parte, la co-coordinadora del Grupo de Salud Integral de la Federación, Irene Aterido, alerta de que “la persistencia de síntomas ansioso-depresivos que muestran las víctimas de LGTBIfobia podría llevar al desarrollo de trastornos de estrés post traumático complejos a futuro.

Además, según la investigación, las víctimas de discriminación también sufren altas tasas de ansiedad y miedo. El 56% de quienes han sufrido discriminación sufren ansiedad más de la mitad del tiempo y el 40%, miedo.

“La discriminación también es violencia, por eso, es importante abordar las nuevas y viejas formas de traumatización del colectivo. Estas pueden ser, al margen de las agresiones físicas o sexuales, la serofobia y el estigma, el acoso escolar o laboral o el ostracismo, entre otras”, declara. Por eso, reivindicamos que se imparta una educación en diversidad de manera generalizada, tal y como se recoge en la legislación actual”, defiende.

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