Los gases de efecto invernadero y las temperaturas mundiales siguen batiendo récords. Con las políticas y los compromisos actuales, se estima que el calentamiento global será de hasta 3 °C a lo largo del siglo, apunta el informe Unidos en la ciencia, publicado este miércoles por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en colaboración con otras instituciones.
“La ciencia es clara: estamos muy lejos de alcanzar los objetivos climáticos mundiales. 2023 fue el año más cálido registrado por un enorme margen. Los principales conjuntos de datos internacionales afirman que los ocho primeros meses de 2024 son también los más cálidos jamás registrados”, dijo a este respecto la secretaria general de la agencia, Celeste Saulo.
Saulo hizo un llamamiento para que se tomen “medidas urgentes y ambiciosas” en apoyo del desarrollo sostenible, la acción por el clima y la reducción del riesgo de catástrofes, ya que “las decisiones que tomemos hoy podrían marcar la diferencia entre un futuro colapso o un avance hacia un mundo mejor”.
También pidió aprovechar la “oportunidad excepcional” que supone la Cumbre del Futuro, en la que se reunirán jefes de Estado y de Gobierno de más de 130 países, para “reactivar y revitalizar” los compromisos.
Sus comentarios se produjeron en un contexto de incendios forestales mortales en América Latina y Portugal, junto con inundaciones catastróficas en Europa central relacionadas con la tormenta Boris que ha inundado partes de Austria, la República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia, e inundaciones y corrimientos de tierra provocados por el tifón Yagi que han asolado Vietnam, Myanmar, Laos y Tailandia.
Por otra parte, Saulo subrayó el potencial sin explotar de las ciencias naturales y sociales, las nuevas tecnologías y la innovación para ayudar a los países a desarrollarse, reducir su vulnerabilidad a los desastres y adaptarse al cambio climático.
La IA y el aprendizaje automático ya están revolucionando la ciencia de la predicción meteorológica al hacerla “más rápida, barata y accesible”, señaló, añadiendo que las tecnologías satelitales de vanguardia y las simulaciones de realidad virtual están “abriendo nuevas fronteras” en sectores clave ya amenazados por el cambio climático y las condiciones meteorológicas peligrosas, como la gestión del suelo y el agua.
Destacando el valor de la tecnología satelital para la climatología, la secretaria general explicó que las innovaciones en las observaciones de la Tierra desde el espacio han ayudado a mejorar la vigilancia de las fuentes de gases de efecto invernadero y los sumideros de carbono.
También señaló el potencial de nuevas tecnologías como el “gemelo digital”, que crea una réplica virtual de un objeto físico, como la Tierra, y la realidad virtual, que ofrece entornos simulados inmersivos, para ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados universalmente y mejorar la preparación ante catástrofes.
Saulo insistió en que la tecnología por sí sola no bastará para resolver el cambio climático, e instó a todos los países a compartir sus conocimientos y experiencias en la Cumbre del Futuro, que se celebrará en Nueva York los días 22 y 23 de septiembre, “para garantizar que los beneficios de la ciencia y la tecnología sean accesibles a todos si queremos alcanzar los objetivos mundiales”.
Estos objetivos incluyen el Acuerdo de París, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres y la Agenda 2030.
Según los últimos datos internacionales recopilados para el informe Unidos por la Ciencia de este año, hay un 86% de probabilidades de que al menos un año de los próximos cinco supere a 2023 como el año más cálido jamás registrado.
También hay un 80% de probabilidades de que la temperatura media global cercana a la superficie supere temporalmente los 1,5 º Celsius por encima de los niveles preindustriales en al menos uno de los próximos cinco años.
A pesar del sombrío panorama, se han logrado avances significativos en la mitigación de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que se esperaba que aumentaran un 16% de 2015 a 2030, mientras que el aumento previsto es ahora del 3%. “Pero la brecha de emisiones sigue siendo elevada”, sostiene el informe.
Además, el documento advierte de que, “para alcanzar niveles compatibles con la limitación del calentamiento global por debajo de 2 º y 1,5º, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2030 deben reducirse en un 28% y un 42%, respectivamente, con respecto a los niveles de emisión que las políticas actuales prevén alcanzar”.