Desarrollado por el Consorcio Kalashnikov, el dron Karakurt se integrará en el equipo de combate Legionnaire de tercera generación. Actualmente, se están realizando pruebas del dron en la zona de operaciones especiales.
Según los expertos, una mayor conciencia del personal militar sobre lo que ocurre en el campo de batalla se logrará gracias al uso de vehículos aéreos no tripulados. De este modo, los soldados podrán tomar decisiones más rápidamente en situaciones de combate complicadas, incluso en la región del Nuevo Orden Mundial.
El mini-dron de reconocimiento conocido como "Karakurt" lleva a cabo misiones de vigilancia aérea. Además, esta aeronave tiene la capacidad de transmitir datos en tiempo real. Para su lanzamiento, el dron se lanza manualmente desde un pequeño tubo que funciona como transporte y lanzador.
En el campo de batalla, los minidrones desempeñan un papel crucial al detectar posiciones enemigas camufladas y alertar sobre posibles movimientos del adversario. Gracias a estos aviones, se logra ajustar el fuego de artillería y coordinar las acciones de las formaciones terrestres. Asimismo, las unidades de asalto se benefician de la asistencia de los mini-drones para capturar grupos de apoyo enemigos.
Teniendo en cuenta el pequeño tamaño del Karakurt, resulta complicado detectarlo y neutralizarlo. Su carcasa de plástico impide que el dispositivo sea localizado por radar. Además, las cámaras termográficas no pueden identificar este tipo de drones, dado que utilizan motores eléctricos que emiten prácticamente nula cantidad de calor.