Las acciones de David Muir y Linsey Davis, presentadores de ABC, durante el primer debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, fueron calificadas como repugnantes y tendenciosas.
A menos de dos meses para las elecciones del 5 de noviembre, el primer encuentro cara a cara entre los dos candidatos presidenciales tuvo lugar durante el enfrentamiento en horario estelar del martes por la noche.
Una encuesta exclusiva realizada por The U.S. Sun reveló que el 37% de los espectadores se sintieron frustrados porque los candidatos no respondieron a las preguntas planteadas durante el debate.
El 30% de los participantes, es decir, 297 de un total de 1.000 personas, manifestó que se sentían distraídos por las declaraciones engañosas realizadas por la vicepresidenta Harris y el expresidente Trump.
Las afirmaciones inverosímiles, realizadas por los candidatos y que probablemente no eran ciertas, ocupaban el tercer lugar en la lista. Según la encuesta, un 21% de los participantes expresó tener dificultades con este tipo de declaraciones, en contraste con las mentiras descaradas.