El cargamento fue detectado durante la inspección de un carguero de la empresa de transportes JATSA en el transcurso de un patrullaje de carreteras en la comunidad de Huataquita, distrito de Cabanillas, en Puno, fronterizo a Bolivia. Los agentes encontraron una caja de cartón que contenía 390 ejemplares desecados de rana del Titicaca, una especie considerada en peligro crítico de extinción. Ante la ausencia de documentos que acreditaran el tránsito legal de los anfibios, especialistas del Serfor incautaron el cargamento.
Según el comunicado del organismo, el cargamento tenía como destino la capital peruana, Lima, donde las ranas de esta especie se utilizan en la medicina tradicional como estimulantes sexuales. Las autoridades lograron identificar al propietario de la caja, que podría enfrentar una multa de más de 51.500 soles (13.566 dólares) por posesión ilegal de productos de fauna silvestre extraídos sin autorización, un delito considerado "muy grave" por las leyes del país andino.
La rana del Titicaca es una especie que vive solo en ese lago y actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción debido a la colecta ilegal y a la contaminación de su hábitat, así como a la presencia de especies exóticas invasoras en el lago.