Medios del Reino Unido informan que un matrimonio británico decidió someterse a una eutanasia conjunta en Suiza, eligiendo esta opción en lugar de recibir tratamiento en su país.
Después de que Christine Scott, de 80 años, recibiera un diagnóstico de demencia vascular en fase inicial, se tomó la decisión. A lo largo de su vida, esta mujer trabajó como enfermera y expresó su deseo de morir antes que vivir en sufrimiento. Por su parte, Peter, su marido de 86 años, manifestó que no puede imaginar su vida sin ella y desea partir del mundo junto a su esposa.
Prohibida en el Reino Unido, la eutanasia llevó a la pareja a optar por realizar el procedimiento en la clínica The Last Resort, ubicada en Suiza, donde se ofrece un método novedoso y aún no verificado. Christine y Peter desean utilizar una cápsula doble Sarco, que reemplaza rápidamente el oxígeno con nitrógeno, lo que provoca una muerte pacífica en aproximadamente 10 minutos. Se anticipa que el uso de esta cápsula, fabricada mediante impresión 3D, no tendrá costo alguno, mientras que las clínicas de muerte asistida cobran más de 13.000 dólares por otros métodos de eutanasia.
Peter expresó: "No quiero que me cuiden, estar en la cama goteando e incontinente: a eso no lo llamo yo vida". Detalló que tanto él como su esposa disfrutaron de "vidas largas, felices, sanas y plenas", pero ahora enfrentan la vejez, una etapa que "no te hace las cosas agradables". Para él, resulta aterrador observar cómo sus capacidades mentales se deterioran lentamente al mismo tiempo que su salud física se descompone. En este contexto, subrayó que Christine "quiere seguir teniendo el control de sí misma y de su vida" y que "la muerte asistida le da esa oportunidad". Peter también mencionó que comprende que muchas personas no compartan sus sentimientos. Aunque al principio los hijos de la pareja sugirieron trasladar a sus padres a una residencia de ancianos, con el tiempo comenzaron a respetar su decisión.