“La ley de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio recientemente adoptada por las autoridades de facto de Afganistán consolida políticas que borran por completo la presencia de las mujeres en público”, advirtió este martes la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
El organismo indicó que la nueva legislación silencia las voces de las mujeres, las priva de su autonomía individual, e intenta convertirlas en “sombras sin rostro ni voz”, lo que calificó como “absolutamente intolerable”.
El Alto Comisionado, Volker Türk, pidió que se derogue inmediatamente esa “ley atroz”.
Asimismo, la Oficina señaló que la larga lista de disposiciones represivas que esa ley impone a las mujeres refuerza una serie de restricciones ya existentes que violan sus derechos fundamentales.
Estas incluyen su libertad de circulación, su libertad de expresión y su derecho a vivir libres de discriminación.
La ley incluye la obligación de llevar ropas que cubran completamente el cuerpo de la cabeza a los pies, incluido el rostro; la prohibición a los proveedores de transporte de trasladar a mujeres a menos que vayan acompañadas por un familiar varón; y la prohibición de que se escuche la voz de las mujeres en público, informó el organismo.
Según la Oficina, la nueva legislación incluye otras limitaciones “vagamente definidas” que afectan otros derechos, como el de practicar libremente la propia religión.
“La ley también otorga a los agentes del Estado amplios poderes discrecionales para detener a personas, imponerles castigos o remitir asuntos a los tribunales”, detalló la dependencia.
Además, la normativa “estrecha aún más el cerco” sobre el sector de los medios de comunicación, con la prohibición de publicar imágenes de seres humanos, presumiblemente también las de los funcionarios de facto.
La Oficina pidió a las autoridades de facto que deroguen inmediatamente esa legislación, afirmando que viola claramente las obligaciones contraídas por Afganistán en virtud del derecho internacional de los derechos humanos.
“Desempoderar y hacer invisible y sin voz a la mitad de la población de Afganistán sólo empeorará la crisis humanitaria y de derechos humanos del país”, concluyó la entidad, añadiendo que es el momento de reunir a todos los afganos, “con independencia de su sexo, religión o etnia”, para ayudar a resolver los numerosos retos a los que se enfrenta el país.
Por su parte, la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, Rosemary DiCarlo, declaró que, de mantenerse, la ley sólo impedirá el retorno de Afganistán a la escena internacional, según indicó Alessandra Vellucci, del Servicio de Información de la ONU en el encuentro habitual con los medio en Ginebra.