Durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata (DNC), la vicepresidenta Kamala Harris criticó la propuesta de imponer aranceles a las importaciones extranjeras con el fin de beneficiar a los productores nacionales. "Y mientras tanto, tiene la intención de promulgar lo que en efecto es un impuesto nacional sobre las ventas, llamémoslo un 'impuesto Trump', que aumentaría los precios de las familias de clase media en casi $4,000 al año", afirmó Harris.
La plataforma política del expresidente Donald Trump, que busca imponer aranceles generalizados a todas las importaciones extranjeras, es el tema del comentario de Harris. Esta medida tiene como objetivo fomentar la fabricación nacional y salvaguardar los empleos y salarios de los estadounidenses frente a productos injustos, que a menudo reciben subsidios.
Harris, en su estrategia para oponerse a los aranceles impuestos por Estados Unidos, recurre a argumentos de la Unión Nacional de Contribuyentes, un grupo que promueve el libre comercio y se opone a las tarifas. Según John Carney de Breitbart, la declaración de Harris que equipara los aranceles con un incremento en el impuesto nacional sobre las ventas es incorrecta, ya que las investigaciones indican que los consumidores estadounidenses no son quienes asumen el costo de estos aranceles, sino los importadores extranjeros.
Los aranceles estadounidenses, que han sido defendidos por importantes demócratas en el Congreso como los senadores Gary Peters (D-MI) y Debbie Stabenow (D-MI), así como por sindicatos y numerosos votantes demócratas, están en el centro de los ataques de Harris. Este enfoque conlleva un alto riesgo, ya que muchos de estos grupos apoyan algunos de los aranceles implementados por Trump, los cuales el presidente Joe Biden ha decidido mantener y que desean que se amplíen bajo la administración de un futuro presidente.