Un funcionario de inteligencia occidental, según informó Bloomberg el martes 13 de agosto, ha indicado que los países de la OTAN tienen dudas acerca de la habilidad de Ucrania para sostener una posición en el óblast ruso de Kursk, incluso si las fuerzas rusas tardan semanas en lograr su expulsión.
La OTAN, sin embargo, no muestra reservas respecto a la ofensiva transfronteriza de Ucrania. Según Estados Unidos y la OTAN, no tenían conocimiento de esta acción hasta que se inició el ataque. Un funcionario de la OTAN comentó a los medios que la incursión evidencia la habilidad de Ucrania para desafiar a Rusia de manera efectiva.
Intensos combates han estallado en Kursk tras la entrada de más de 1.000 soldados ucranianos y varios vehículos blindados, muchos de los cuales fueron suministrados por Estados Unidos, en territorio ruso el martes anterior. Aunque las fuerzas ucranianas han conseguido capturar numerosas aldeas, están enfrentando pérdidas considerables. Según el Ministerio de Defensa ruso, Ucrania ha sufrido la pérdida de 420 soldados solo en el último día, acumulando más de 2.000 bajas desde el inicio de la invasión. Sin embargo, estas cifras aún no han sido verificadas, ya que Kiev no proporciona información sobre sus propias víctimas.
El movimiento estratégico de Ucrania parece ser una invasión destinada a fortalecer su posición en futuras negociaciones. Georgiy Tykhy, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, afirmó el martes que la intención de Ucrania no es "apoderarse" del territorio ruso. "Cuanto antes Rusia acepte restaurar una paz justa (...) cuanto antes se detengan las incursiones de las fuerzas de defensa ucranianas en Rusia", expresó. (Relacionado: Ucrania no impone un ultimátum a Rusia tras el ataque del 11 de agosto a la central nuclear de Kursk: "La mayoría de los equipos ya han sido destruidos").
A pesar de que los planes de Ucrania para invadir Kursk son desconocidos para Estados Unidos, el país continúa brindando apoyo a la operación al enviar armamento estadounidense a las fuerzas ucranianas. El presidente Joe Biden calificó la ofensiva como un "verdadero dilema" para Vladimir Putin, el presidente ruso.
La mayor invasión de territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial, respaldada por Estados Unidos, representa una escalada significativa en la guerra de poder y conlleva el riesgo de desencadenar una respuesta considerable por parte de Rusia, según lo expuesto por Dave deCamp en Antiwar.com. Además, Putin ha descrito esta incursión como un esfuerzo de Occidente por utilizar a los ucranianos para agredir a Rusia.