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Científicos chinos crean un virus mutante del ébola

OpenAI | Sábado 17 de agosto de 2024

Un patógeno que incorpora elementos del virus del Ébola ha sido diseñado por científicos chinos en un laboratorio, aparentemente con el propósito de comprender mejor la enfermedad que provoca. Sin embargo, parece que han pasado por alto las lecciones aprendidas durante la pandemia de coronavirus originada en Wuhan (COVID-19).

Según un informe de Big League Politics, basado en información del Daily Mail, este peligroso esfuerzo fue llevado a cabo por investigadores de la Universidad Médica de Hebei. Se reveló que los científicos "utilizaron una enfermedad contagiosa del ganado y agregaron una proteína que se encuentra en el ébola, que permite que el patógeno infecte las células y se propague por todo el cuerpo humano". De manera interesante, esta actividad recuerda la investigación sobre ganancia de función que se realizó con coronavirus de murciélagos en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), investigación que posteriormente condujo a la aparición de la COVID-19.

Se inyectó el patógeno resultante en hámsters, los cuales fallecieron en un lapso de dos a tres días. Como era de esperar, los que recibieron el virus mortal "desarrollaron enfermedades sistémicas graves similares a las observadas en pacientes humanos con ébola, incluida la insuficiencia multiorgánica", según se detalla en el estudio publicado en la revista Virologica Sinica. "Un síntoma particularmente horrible fue que los hámsters infectados desarrollaron secreciones en los ojos, lo que afectó su visión y formó costras sobre la superficie de los globos oculares".

El Mail destacó que los hámsters infectados podrían servir como un modelo adecuado para investigar la transmisión y el tratamiento del ébola en el futuro. "Sin embargo, las fugas de laboratorio son posibles, y tales incidentes podrían resultar en la propagación [del patógeno modificado] a personas ajenas al laboratorio", advirtió.

Las instalaciones de nivel de bioseguridad 4 (BSL-4) son necesarias para el tratamiento del ébola, ya que se trata de laboratorios especializados con altos estándares de seguridad. Sin embargo, muchos laboratorios solo cuentan con el nivel BSL-2. Un ejemplo de una instalación BSL-4 es el WIV, aunque el SARS-CoV-2, resultado de la investigación en ganancia de función, logró salir de sus límites. "Aparentemente, las lecciones de la pandemia de COVID-19 no se han aprendido. Los peligrosos experimentos de biolaboratorio continúan, al diablo con la humanidad", afirmó Big League Politics.

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