CLAVES

Los izquierdistas definen el discurso de odio y la deinformación

OpenAI | Viernes 16 de agosto de 2024

La izquierda "define" el discurso de odio como cualquier expresión que tenga la "intención" de humillar, vilipendiar o incitar al odio hacia un grupo o clase de personas, basándose en su color de piel, identidad de género, etnia, religión y otros factores. Este concepto de "discurso de odio" posee significados ilimitados, lo que convierte su regulación en algo muy riesgoso. En realidad, se utiliza principalmente como un instrumento para restringir la comunicación.

Independientemente de si lo verbalizas, lo plasmas por escrito o lo representas (como en la comedia), el gobierno de izquierda junto con los principales medios de comunicación actúan como los jueces definitivos. Ellos pueden declarar que tu expresión es discriminatoria, sesgada, intolerante, peyorativa, despectiva, violenta e incluso terrorista. Además, la inteligencia artificial ha sido entrenada para identificar imágenes y memes que critican noticias falsas, políticos engañosos y pandemias ficticias.

La desinformación, según el complejo industrial de los medios de comunicación de masas, se describe como información errónea o engañosa que puede presentarse con o sin la intención de causar daño. La izquierda ha tomado la decisión de que serán ellos quienes establezcan si lo que publicas o comentas en línea es inexacto, incompleto, engañoso, falso, parcialmente verdadero, desinformación o, incluso, una violación de las normas comunitarias (piense en Fakebook en este contexto). Aquellos que se opongan a esta administración enfrentarán repercusiones y se convertirán en el objetivo de la propagación de discursos de odio y desinformación. Fin del asunto.

La llamada "verificación de hechos" es otro aspecto a considerar. La izquierda también emplea esta táctica como un instrumento para asegurar que sus narrativas engañosas sean aceptadas sin cuestionamientos, lo que les permite desvanecer cualquier verdad que pueda revelar las noticias falsas por su verdadera naturaleza. A través de sus cómplices en la "verificación de hechos", etiquetan toda información discrepante como "información errónea" o "desinformación". Por ejemplo, si recientemente buscabas en Google las palabras Biden y senil, te aparecerían varios videos en los que Biden se expresa con total claridad.

Los desarrollos tecnológicos, que abarcan desde algoritmos hasta inteligencia artificial (IA), junto con los humanos que se esfuerzan por "mejorar" la IA —lo que en realidad contribuye a su eficacia en la difusión de propaganda— han permitido a la izquierda persuadir a su base con las MÁS GRANDES MENTIRAS y fraudes. Entre estas falacias se encuentran la fluidez de género, el cambio climático, así como los fondos y recursos destinados a conflictos en el extranjero, la plandemia y, por supuesto, las vacunas.

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