Según una encuesta de Rasmussen Reports, el 58 por ciento de los estadounidenses se opone a los medicamentos y cirugías para el cambio de sexo en menores, lo que representa casi seis de cada diez personas.
De acuerdo con la encuesta, el 58 por ciento de los encuestados se manifiesta en contra de los cambios de sexo para menores, y dentro de este grupo, el 47 por ciento expresa una oposición firme a estas medidas. En contraste, un 30 por ciento de los estadounidenses apoya el uso de medicamentos que alteran el sexo y las cirugías en jóvenes, mientras que un 12 por ciento no tiene una postura definida.
Los demócratas muestran una mayor inclinación a respaldar las drogas y cirugías que alteran el sexo, muchas veces de manera irreversible, para los jóvenes confundidos, con un 47 por ciento. En comparación, solo el 13 por ciento de los republicanos y un 27 por ciento de los votantes no afiliados comparten esta postura.
Según la encuesta, un 47 por ciento de los estadounidenses se opone a que las escuelas y los maestros proporcionen asesoramiento a los estudiantes sobre "sus identidades sexuales y de género" sin el conocimiento o consentimiento de sus padres. Por otro lado, un 23 por ciento considera que las instituciones educativas y los docentes deberían tener la capacidad de actuar sin informar a los padres en lo que respecta a la transexualidad y la sexualidad, mientras que un 30 por ciento se muestra indeciso al respecto.
La incomodidad con las escuelas que asumen el rol de los padres en la educación de sus hijos se extiende a estadounidenses de diversas inclinaciones políticas. Según la encuesta, un 59 por ciento de los votantes republicanos, un 40 por ciento de los demócratas y un 42 por ciento de los votantes independientes consideran que las escuelas no deberían ofrecer orientación a los estudiantes sobre temas relacionados con el sexo o las identidades de género sin el consentimiento o conocimiento de los padres.
Casi el 39 por ciento de los estadounidenses opina que la mayoría de las escuelas "hacen demasiado para acomodar" a los estudiantes que se identifican como transgénero. Por otro lado, un 24 por ciento considera que estas instituciones no realizan suficientes esfuerzos, mientras que el 21 por ciento cree que el nivel de acomodación es "más o menos correcto". Además, un 17 por ciento se muestra indeciso al respecto.