Así, Martina Roel, miembro del equipo de coordinación del Grupo Joven de la Federación, explica que “aunque, actualmente, la gente joven LGTBI+ nos visibilizamos antes que en otras generaciones y cada vez encontramos más referentes y visibilidad, también está creciendo aceleradamente, entre algunos hombres, el rechazo a la diversidad sexual y de género”.
Y es que, según el informe LGTBIfobia en las aulas 2021/ 2022 de COGAM, el alumnado con prejuicios contra el colectivo aumentó 18 puntos entre 2019 y 2022, especialmente entre los hombres. En 2019, el 48% se identificó como libre de prejuicios y en 2022, solo lo hizo el 29.38%.
Además, según el barómetro de julio del instituto 40dB para EL PAÍS y la Cadena SER el pasado mes de julio, al 27% de los chicos de la Generación Z les incomoda ver a una pareja del mismo género. “Esto supone un aumento de 16 puntos frente a la generación anterior, la millenial, el primer retroceso en apoyo a los derechos LGTBI+ entre la juventud desde el comienzo de la democracia”, afirma Roel.
No obstante, al mismo tiempo, según el CIS, un 19,3% de las personas de entre 18 y 34 años declaran no ser heterosexuales, frente al 6,8% de la población general. Esto supone que las personas jóvenes, en conjunto, cada vez se identifican más como LGTBI+ y se visibilizan antes. Tal y como explica otro de los miembros del equipo de coordinación del Grupo Joven, David Urdinguio, “debemos crear espacios más accesibles para toda la juventud LGTBI+, con todas las interseccionalidades que nos atraviesan”.
Además, destaca que “la educación en diversidad es un factor clave para que el alumnado LGTBI+ se sienta representado, sienta que no están soles y así, formar en diversidad al resto de alumnado, profesorado y familiares para combatir los prejuicios y sesgos inconscientes”.
Por otra parte, “a la juventud LGTBI+ también nos preocupa la salud mental, la precariedad actual y el aumento de los delitos de odio en la sociedad española”, asegura Marta Alonso, también miembro del equipo de coordinación del Grupo Joven. “Necesitamos que se nos escuche y que se tengan en cuenta nuestras inquietudes. Tenemos que tender puentes con el resto de realidades de nuestro colectivo, alcanzar consensos y remar hacia una misma dirección”, defiende.