La ONU anunció este lunes que nueve miembros del personal de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) serán despedidos porque podrían haber estado involucrados en los ataques dirigidos por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023.
La noticia se produjo tras la conclusión de una investigación de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU (OIOS), iniciada a principios de este año después de que Israel alegara que varios miembros del personal de la UNRWA participaron en el asalto a su territorio en el que murieron unas 1200 personas y otras 250 fueron tomadas como rehenes.
La Oficinas de Supervisión no pudo autenticar de forma independiente la información utilizada por Israel para respaldar las acusaciones.
La OIOS es el órgano de investigación de mayor jerarquía del Sistema de la ONU y sus informes son confidenciales, pero pueden ponerse a disposición de los Estados miembros que los soliciten.
Los investigadores llegaron a conclusiones en relación con 19 miembros del personal de la UNRWA que presuntamente estuvieron involucrados en los ataques, informó el portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, en su encuentro diario con la prensa en la sede de Nueva York.
“En un caso, la OIOS no obtuvo pruebas que respaldaran las acusaciones de participación del funcionario, mientras que en otros nueve casos, las pruebas obtenidas por la Oficina fueron insuficientes para respaldar la participación de los funcionarios”, explicó.
En relación con estos diez casos, dijo que se adoptarían las medidas adecuadas a su debido tiempo, de conformidad con el Reglamento y las Normas de la UNRWA.
“Con respecto a los nueve casos restantes, las pruebas obtenidas por la OIOS indicaron que los funcionarios de la UNRWA podrían haber estado involucrados en los ataques del 7 de octubre de 2023. Se dará por terminada la relación laboral con estas personas en interés de la Agencia [para los Refugiados Palestinos]”, declaró.
Cuando se le preguntó sobre el alcance de la presunta participación de los funcionarios, el portavoz respondió que no tenía información en específico sobre las acusaciones específicas.
Haq agregó que la investigación de la OIOS incluyó visitas a Israel para mantener conversaciones con funcionarios y ver y examinar la información que tenían las autoridades allí.
Los investigadores también viajaron a Ammán, Jordania, para obtener y examinar información pertinente en poder de la UNRWA, como la relativa a su personal y sus operaciones.
También analizaron datos y comunicaciones tecnológicas, entre los que se contaron registros de correo electrónico e información sobre vehículos del organismo, además de información procedente de otras fuentes, incluida la divulgada a los medios de comunicación y otras fuentes públicas, y comunicaciones con varios Estados miembros.
“Sin embargo, una cosa que me gustaría señalar es que, dado que la información utilizada por los funcionarios israelíes para respaldar las acusaciones ha permanecido bajo custodia israelí, la OIOS no pudo autenticar de forma independiente la mayor parte de la información que se le proporcionó”, detalló.
Las acusaciones surgieron en enero, cuando Israel informó a la UNRWA de la presunta participación de doce miembros del personal en los ataques. La Agencia identificó y dio de baja inmediatamente a diez de ellos, mientras que se confirmó la muerte de dos más.
Posteriormente, la ONU recibió información de Israel sobre siete casos más: cinco en marzo y dos en abril.
Tras las acusaciones iniciales, el Secretario General de la ONU, António Guterres, ordenó a la OIOS que investigara de inmediato.
Además, designó un grupo de revisión independiente para que realizara una evaluación separada de la UNRWA a fin de determinar si la Agencia estaba haciendo todo lo posible para garantizar la neutralidad y responder a las acusaciones de violaciones graves cuando surgieran.
El grupo, encabezado por la exministra francesa de Asuntos Exteriores, Catherine Colonna, publicó su informe en abril.
En su momento, Colonna indicó que “el conjunto de normas, mecanismos y procedimientos vigentes [en la UNRWA] son los más elaborados dentro del sistema de las Naciones Unidas, precisamente porque es un tema muy difícil de abordar en un entorno tan complejo y sensible”.
A una pregunta sobre la opinión del Secretario General con respecto a las conclusiones de la OIOS, Haq contestó que António Guterres cree que es importante “que analicemos esto con mucho cuidado, dado que cualquier participación en estos ataques constituiría una importante traición a la confianza”.
“Obviamente, se tomaron medidas en beneficio de la Agencia que fueron muy rápidas y decisivas en términos de lidiar con las personas que se habían mencionado inicialmente, y ahora es bueno tener toda la información disponible”, añadió.
Al referirse a la guerra en Gaza, Haq subrayó que es fundamental recordar que una “cantidad enorme” de personal de la UNRWA ha estado asumiendo riesgos mayúsculos durante meses, manteniendo con vida a cientos de miles de personas, ya sea en refugios o proporcionándoles alimentos y servicios.
“Y queremos asegurarnos de que la reputación de nuestro personal de la UNRWA, nuestro personal dedicado, incluidas unos 200 trabajadores que han perdido la vida desde el 7 de octubre, sea plenamente reconocida y que la Agencia reciba el apoyo que necesita”, puntualizó el portavoz.