El Nikkei 225, el índice bursátil de referencia en Japón, sufrió una caída de hasta un 7,1% en las primeras horas del lunes, aunque logró recuperar parte de lo que había perdido. Esta situación se suma a las ventas masivas que iniciaron la semana pasada.
En un instante, más de 2.500 puntos fueron perdidos por el Nikkei. Al llegar la pausa del mediodía en el mercado de Tokio, el índice había disminuido aproximadamente un 5,5%, lo que equivale a cerca de 1.900 puntos, situándose en 33.945,43. Por su parte, el índice TOPIX, que abarca un mayor rango del mercado, cayó hasta un 7,8% antes de recuperarse y cerrar con una reducción del 6,6%.
El viernes, las preocupaciones sobre la posible debilidad de la economía estadounidense, afectada por las elevadas tasas de interés que buscan controlar la inflación, provocaron un desplome en las acciones. En la mañana del lunes, el futuro del S&P 500 mostraba una caída del 1,4%, mientras que el futuro del Promedio Industrial Dow Jones descendía un 1,5%.
Stephen Innes, de SPI Asset Management, comentó: "El aumento de la volatilidad es un espectáculo que pone de manifiesto cuán nerviosos se han vuelto los mercados". La pregunta que ahora se plantea es: "¿Podrá el comportamiento habitual del mercado, que consiste en vender volatilidad o comprar en momentos de caída, superar la ansiedad profundamente arraigada generada por este repentino y agudo miedo a la recesión?".
Un informe reciente ha revelado que las contrataciones por parte de los empleadores en Estados Unidos se desaceleraron el mes pasado de manera mucho más pronunciada de lo anticipado, lo que ha sacudido los mercados financieros y ha eclipsado la euforia que había impulsado al Nikkei a alcanzar máximos históricos superiores a 42.000 en las semanas anteriores.