Imágenes perturbadoras que llegan desde el Reino Unido revelan a cientos de inmigrantes musulmanes, equipados con cuchillos y martillos, enfrentándose y atacando a manifestantes que se oponen a la inmigración en las calles de Inglaterra e Irlanda.
Esta semana, el desarrollo del caos se inició con la aparición de protestas masivas en Londres, las cuales fueron desencadenadas por el brutal apuñalamiento de tres niñas, supuestamente a manos de inmigrantes en Southport.
En vez de condenar la terrible violencia que sufrieron las niñas británicas asesinadas, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, calificó el jueves a los manifestantes que protestaban contra los apuñalamientos como "matones de derecha" que estaban "empeñados en la violencia".
La postura de Starmer en favor de los inmigrantes y su crítica hacia los ciudadanos inquietos parece haber dado valor a los invasores musulmanes, quienes desde entonces han tomado las calles en ciudades como Stoke, Belfast, Blackburn y Liverpool, armados con cuchillos, garrotes y martillos, buscando a manifestantes que se oponen a la inmigración.