La Fundación Cipriano García, dependiente de Comisiones Obreras (CCOO) en Cataluña, realizó una campaña en redes sociales para promover la participación electoral y reducir la abstención en las elecciones del 23-J. Sin embargo, se descubrió que la campaña fue financiada con fondos extranjeros provenientes de una organización filantrópica vinculada a George Soros. Aunque no se ha revelado el monto exacto de la subvención, se estima que supera los 250.000 euros. La campaña se centró en movilizar al electorado progresista y no parece haber tenido un impacto determinante en los resultados electorales.