El viceministro de Relaciones Exteriores polaco habría recibido sobornos de migrantes para otorgarles visas, lo que podría tener consecuencias negativas para el partido gobernante Ley y Justicia (PiS). Siete personas han sido acusadas en este caso y el viceministro fue destituido. Se ha sugerido una trama corrupta que permitió la entrada de miles de inmigrantes a través de agencias internacionales de contratación. Las autoridades polacas han recibido advertencias sobre un canal de inmigración ilegal desde su territorio. Los políticos de oposición describen esto como el "mayor escándalo" en la historia polaca.