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El jefe de la Policía Metropolitana de Londres ha advertido que las autoridades británicas están dispuestas a extraditar a ciudadanos estadounidenses que expresen opiniones sobre asuntos británicos en línea. Esta amenaza surge tras disturbios en el Reino Unido relacionados con un trágico incidente en un evento temático de Taylor Swift. Sir Mark Rowley afirmó que "no hay seguridad detrás del teclado" y que se aplicará la ley a quienes inciten al odio o la violencia, independientemente de su ubicación. La declaración ha generado preocupación entre defensores de la libertad de expresión, especialmente por su alcance internacional.