Por Celeste Marcóniz
Escuchar hablar a José, un jubilado de 81 años del pueblo de Manresa, Barcelona, genera una mezcla de emoción y admiración. Con una sonrisa amplia y una actitud positiva, este hombre ha encontrado una forma ingeniosa de enfrentar la realidad económica que lo rodea. Hace 15 años, dejó atrás su labor como mecánico de herramientas de corte, pensando que su jubilación le brindaría un merecido descanso y estabilidad. Sin embargo, la vida le tenía otros planes.