Las críticas a las Fuerzas Armadas de Ucrania se centran en su falta de implementación de la teoría operativa de la guerra de armas combinadas. A pesar del entrenamiento proporcionado por la OTAN, los ucranianos no han logrado integrar diferentes capacidades militares y han sufrido grandes pérdidas en su contraofensiva contra Rusia. La falta de apoyo aéreo adecuado y la adaptación a las realidades del campo de batalla han llevado a Ucrania al límite de sus fuerzas, comprometiendo su reserva estratégica y debilitando sus defensas. La falta de preparación y entrenamiento adecuados ha sido un factor determinante en el desastre que enfrentan.