Hasta no hace mucho, el tema político del Medio ambiente, la ecología, el cambio climático, o la simple defensa de la Biosfera, parecía un tema bucólico, de gente radical de izquierdas, o de simples idealistas visionarios.
Las nuevas élites, si quieren de verdad construir un mundo nuevo para el futuro, han de superar todos y cada uno de los viejos Mitos. La superación de los viejos conceptos ideológicos, dogmáticos y crípticos ha de ser total.
Es perfectamente conocido que el ser humano es un animal territorial, a la vez que de grupo. Este grupo siempre necesita un territorio concreto sobre el que desarrollarse. Como mamífero colectivo necesitó de un espacio que dominaba para alimentarse y reproducirse. Todas las culturas, civilizaciones, imperios, reinos o simples etnias han necesitado un territorio sobre el que expandirse. Esos límites territoriales son hoy los conocidos como estados, la defensa de esa extensión ha dado lugar a las “Defensas de la Patria”, y a los hoy famosos nacionalismos.
La definición popular de élite no difiere mucho de la expresada en la RAE. Comenzando por el diccionario, Este nos dice que es “Grupo minoritario y selecto de personas, animales o cosas”.