Un miembro del parlamento de Finlandia enfrenta un segundo juicio por "discurso de odio" después de compartir versículos bíblicos en redes sociales. La acusación se debe a su oposición a eventos que celebran la homosexualidad. El juicio anterior resultó en absolución, pero el fiscal puede apelar. Esto refleja la presión sobre el cristianismo en Europa y los ataques a la libertad de expresión. También se menciona el caso de Jordan Peterson en Canadá como ejemplo similar.