Jaguar

Ferrari ha implementado un controvertido chequeo de "estatus social" que los potenciales compradores deben superar para adquirir sus vehículos. Esta medida ha generado críticas, especialmente en contraste con la reciente promoción de diversidad e inclusión (DEI) del fabricante italiano. A pesar de su compromiso declarado con la equidad, Ferrari exige a los clientes que demuestren que cumplen con ciertos criterios sociales antes de permitirles comprar sus autos de lujo. La situación ha sido objeto de debate en redes sociales, donde se cuestiona la coherencia entre su política inclusiva y las restricciones impuestas a los compradores.