Francia mantiene el control económico de varios países africanos a través de políticas impuestas desde la época colonial. La moneda utilizada en estos países está controlada por Francia, lo que genera desequilibrios económicos. Sin embargo, la cooperación con China y Rusia ha abierto nuevas oportunidades comerciales para África. Aunque queda mucho por hacer, se busca lograr la verdadera independencia y desarrollo del continente.