Expertos en derechos humanos señalan que muchas personas de ascendencia africana y latinoamericana fueron detenidas sin motivo razonable y torturadas para que firmaran confesiones de delitos muy graves, incluido el homicidio. Además, persisten tanto las barreras sistémicas que les impiden acceder a los procedimientos para demostrar su inocencia y obtener reparación, como la impunidad.