Las escenas de muerte, destrucción y horror causadas por el Ejército de Israel no se detiene en Gaza. El responsable de velar por los derechos humanos en el mundo se ha mostrado consternado por el ataque israelí cerca del Hospital Universitario Rafik Hariri de la capital libanesa, en el que murieron al menos 18 personas, entre ellas cuatro niños, y otras 60 resultaron heridas.
Los militares israelíes incursionan en el sur del territorio libanés en una operación que su gobierno anuncia como “limitada y selectiva”. António Guterres urge a evitar “una guerra total” y a respetar la soberanía de Líbano. Las agencia de socorro solicitan recursos para asistir a un millón de desplazados por los bombardeos israelíes.
Los trabajadores de socorro de la ONU advierten contra las disposición que manda a la población civil abandonar la ciudad de Gaza y exhorta a todas las partes a respetar el derecho internacional humanitario, en todo momento. Continúan los esfuerzos para apoyar a las comunidades desplazadas en toda la Franja.
La ONU comunica un bombardeo continuo y significativo por parte de las fuerzas israelíes, en el este de Rafah, a primera hora del jueves y durante toda la noche del miércoles. Debido a estos ataques, unas 80.000 personas han abandonado la ciudad desde el lunes, mientras que las reservas de suministros críticos, incluido el combustible, se agotan cada hora.
Las sombrías condiciones sobre el terreno alcanzaron un nivel de emergencia poco después de que las Fuerzas Armadas Sudanesas rivales y las Fuerzas de Apoyo Rápido lanzaran ataques aéreos y terrestres a mediados de abril de 2023. La situación es muy mala, pero la ONU advierte que aún no se ha tocado fondo.
Las agencias advierten que más de un millón de personas buscan seguridad en la ya superpoblada ciudad meridional de Rafah, con cientos de miles durmiendo a la intemperie con ropa inadecuada para protegerse del frío. Saltarse comidas es la norma, y los adultos pasan hambre para que los niños puedan comer. En Cisjordania se registró el primer caso de demolición de propiedades palestinas de 2024.
La agencia para los refugiados señala que esa cifra, registrada a finales de septiembre, va en aumento a causa de los últimos acontecimientos en Oriente Medio. Los países de menos recursos acogen al 75% de los refugiados, y aunque aumentó el número de retornos, muchos no se produjeron en condiciones seguras.
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Líbano vive la mayor escalada del conflicto desde la guerra de 2006, con cerca de 1.300 muertos en 16 días, entre el 16 de septiembre y el 1 de octubre, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
El éxodo aumentó tras la escalada de hostilidades entre el Ejército israelí y el grupo armado Hezboláh con base en el Líbano, cuyo líder de larga data, Hassan Nasrallah, murió el viernes en un ataque aéreo sobre edificios civiles. Unas 100.000 personas han llegado a la vecina Siria en los últimos días.
Cerca de la mitad de los palestinos que se encontraban en Rafah, muchos de ellos llegados del resto de la Franja de Gaza a causa de los bombardeos israelíes, están nuevamente en el camino expuestos a un sinnúmero de riesgos y en la máxima precariedad, tratando de salvar su vida tras el asalto militar de Israel a esa ciudad del sur gazatí, informa el organismo de socorro para los refugiados palestinos.
Treinta y seis atletas de 11 países diferentes, organizados por 15 Comités Olímpicos Nacionales (CON) y que compiten en 12 deportes, fueron nombrados hoy miembros del Equipo Olímpico de Refugiados del COI para París 2024.
Al entrar en el tercer año de guerra, la Misión de derechos humanos en el país señala que se han verificado 30.457 víctimas civiles, de las cuales 10.582 murieron y 19.875 resultaron heridas. Más de 14 millones de personas, casi un tercio de la población de Ucrania, han huido de sus hogares, según la agencia de migraciones. Hasta la fecha, unos 4,5 millones han regresado a casa.
El hospital Kamal Adwan del norte de Gaza fue allanado por el ejército israelí durante cuatro días la semana pasada y muchos trabajadores sanitarios fueron detenidos. “Los ataques a hospitales, personal sanitario y pacientes deben cesar, necesitamos un alto el fuego ahora”, reitera el director general de la agencia sanitaria de la ONU.
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