El acusado, que se ha conformado con la pena de prisión y 1.080 euros de multa, ha consignado 12.000 euros para reparar el daño moral causado a las perjudicadas.
La víctima, dice la sentencia, “estaba privada de todo sentido durante el desarrollo del acto punible y en condiciones deplorables a lo largo de todo el intervalo que cubre la grabación”.