El informe del Inspector General Especial para la Reconstrucción Afgana revela que la administración Biden ha otorgado $2.35 mil millones a Afganistán en los últimos dos años, incluso después de la retirada desastrosa de Estados Unidos y el regreso de los talibanes al poder. Existe preocupación de que estos fondos estén apoyando al gobierno terrorista. Los talibanes ven a los asistentes internacionales como una fuente de ingresos y están dispuestos a aceptar su apoyo siempre y cuando puedan controlarlo y reclamar crédito por ello. Además, se ha acusado a la administración Biden de obstaculizar las investigaciones sobre esta situación. También se menciona que Biden ha aprobado otro paquete de ayuda para Ucrania por $200 millones, lo que ha generado cansancio entre los estadounidenses respecto al dinero destinado a la guerra contra Rusia.