El autor cuestiona la falta de respuestas sobre la destrucción en Lahaina, Maui. Señala que objetos azules como casas, autos y paraguas permanecieron intactos mientras todo lo demás se quemaba. Sugiere que podría tratarse de un ataque con arma de energía dirigida y afirma haber recopilado pruebas que ha compartido para evitar su eliminación por parte de las autoridades.