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Denuncian que Kamala Harris golpea regularmente a los empleados

Denuncian que Kamala Harris golpea regularmente a los empleados

miércoles 31 de julio de 2024, 19:28h

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Desde sus años como fiscal general de California en la década de 2010, Harris ha enfrentado numerosas acusaciones que la describen como un monstruo violento. Un caso ilustrativo es el de Barbara O'Connor, profesora en la Universidad Estatal de California, quien mencionó que sus estudiantes que realizaron una pasantía con Harris a menudo se presentaban ante ella en condiciones de trauma.

Según Infowars.com, la situación se mantuvo igual al asumir el cargo de senadora, ya que un análisis mostró que su oficina ocupó el noveno puesto en cuanto a las tasas de rotación de personal entre los 114 senadores que ejercieron entre 2017 y 2020. Durante ese período, fuentes del Congreso señalaron que era reconocida por criticar a sus subordinados y por sus discursos repletos de insultos.

Un evento significativo ocurrió durante las audiencias de confirmación de Brett Kavanaugh en la Corte Suprema en 2018, cuando no logró controlar su ira y mostró falta de respeto hacia el personal. Tras organizar una salida de las audiencias, se desató contra el equipo fuera de la sala principal del Comité Judicial, proferiendo maldiciones e incluso dando instrucciones a individuos que no eran parte de su equipo. Testigos de este incidente recuerdan que ella exclamó: "Cualquiera que sea personal, que se vaya de aquí".

En 2019, el New York Times recibió una carta de renuncia que evidenció el mal trato hacia los empleados, la cual fue compartida por Kelly Mehlenbacher, quien había sido directora de operaciones estatales. Ella comentó que "nunca había visto a una organización tratar tan mal a su personal" y añadió que "la moral nunca ha estado más baja".

El tema de la baja moral parece ser recurrente en el entorno laboral de Kamala. Un informe de Politico, publicado en junio de 2021, revela que varias personas familiarizadas con su oficina vicepresidencial mencionaron "baja moral, líneas de comunicación porosas y una disminución de la confianza entre asistentes y altos funcionarios". Según una fuente, los empleados no se sentían respaldados y, en cambio, percibían que eran "tratados como una", mientras que otra persona lo caracterizó como un "ambiente abusivo".

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