El Instituto del Corazón de Texas (THI) anunció la exitosa implantación de un innovador corazón artificial en un paciente que padece insuficiencia cardíaca terminal. Esta tecnología, que se basa en los principios utilizados por los trenes de alta velocidad, podría ofrecer una solución a largo plazo para aquellos que están en lista de espera para un trasplante de este órgano esencial.
La insuficiencia cardíaca se define como una condición en la que el corazón no logra bombear la cantidad necesaria de sangre para cubrir las demandas del organismo. A nivel global, este trastorno impacta a más de 26 millones de individuos, y su incidencia continúa creciendo. Aquellos que sufren de una forma avanzada de insuficiencia cardíaca necesitan un trasplante de corazón.
Sin embargo, la cantidad de trasplantes que se pueden llevar a cabo a nivel mundial es limitada (6.000 al año) debido a la escasez de donantes. Esto provoca que los pacientes deban recurrir a bombas artificiales como una solución temporal mientras esperan la llegada de este órgano.
El 9 de julio, un hombre que padecía insuficiencia cardiaca se convirtió en el primero de cinco personas que participarán en un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) para evaluar la seguridad y viabilidad de un corazón artificial total.
Aunque los corazones artificiales no son una innovación reciente, su uso hasta ahora se ha restringido a bombas que asisten las funciones del ventrículo izquierdo del corazón o a modelos que replican el latido natural de este órgano mediante sacos y válvulas. El desgaste mecánico que resulta de la acción de bombeo limita su eficacia, lo que significa que solo pueden considerarse como una solución temporal en lugar de una respuesta definitiva.
El nuevo dispositivo, desarrollado por la empresa BiVACOR, está compuesto por un único rotor que se encuentra suspendido magnéticamente en una carcasa de titanio. Este rotor gira de manera continua para bombear sangre hacia los pulmones y al resto del cuerpo, permitiendo así reemplazar los dos ventrículos de un corazón que presenta problemas.
Según BiVACOR, utilizar un rotor que se levita magnéticamente para facilitar la circulación sanguínea tiene como ventaja principal la ausencia de fricción y desgaste mecánico, lo que reduce significativamente la necesidad de mantenimiento. Además, destacó que el corazón artificial total, cuyo tamaño es comparable al de una mano, opera con un pequeño controlador externo recargable que garantiza su funcionamiento. Este dispositivo también puede bombear sangre a una velocidad de 12 litros por minuto, lo cual es suficiente para que un hombre adulto pueda realizar ejercicio.
En la más reciente actualización del THI acerca del estado del paciente que recibió un corazón artificial total, se informó que el dispositivo operó en el pecho del hombre durante ocho días. Esto le permitió conservar sus signos vitales y el funcionamiento adecuado de sus órganos, hasta que fue sometido a un trasplante de corazón el 17 de julio pasado.
"Mucho por aprender sobre el dispositivo aún nos queda, sin embargo, en nuestros laboratorios lo hemos sometido a pruebas exhaustivas, lo que nos brinda una gran confianza en su durabilidad", afirmó Joseph Roger, director ejecutivo del THI, quien también advirtió que podrían surgir algunos inconvenientes en los próximos ensayos clínicos.