Mientras medio millón de residentes de la Franja de Gaza enfrentan niveles catastróficos de hambre, los nueve meses casi ininterrumpidos de conflicto han provocado enormes pérdidas agrícolas e imposibilitado la producción de alimentos en ese territorio palestino, advirtieron este jueves las agencias de socorro de la ONU.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que las operaciones militares israelíes en curso en Rafah y el este de Khan Younis, donde se concentraba gran parte de la producción agrícola antes de la guerra, han causado “daños adicionales” a los invernaderos. Las hostilidades también han obligado a más personas a dejar sus granjas desatendidas, desestabilizando aún más los sistemas alimentarios.
Las actividades agrícolas, incluida la jardinería en pequeña escala, que es esencial para mejorar la diversidad dietética, están suspendidas. La falta de un flujo constante de semillas, fertilizantes y otros insumos para la producción animal y agrícola es un obstáculo importante para restaurar la producción local de alimentos en Gaza.
La OCHA alertó de las devastadoras consecuencias de la imposibilidad de una temporada agrícola para los medios de vida de las poblaciones.
Para ayudar al sector, los socios humanitarios de la ONU distribuyeron, durante la primera quincena de julio, alrededor de 36 toneladas de alimento para animales a más de 350 familias de pastores en el sur y centro de Gaza. Esa ayuda contribuirá a la producción local de carne y productos lácteos esenciales para garantizar una dieta nutritiva, en particular a los niños.
En la Franja de Gaza, la agricultura utiliza más del 40% de la superficie terrestre y produce entre el 20 y el 30% de los alimentos que se consumen diariamente.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la guerra ha provocado una interrupción casi total de la producción local de alimentos frescos y nutritivos, y los medios de vida de los agricultores, pastores y pescadores vulnerables se han visto gravemente reducidos, lo que socava gravemente las perspectivas de recuperación.
Medio millón de gazatíes sufren niveles catastróficos de hambre
El más reciente informe de la ONU sobre los niveles de hambre indicó que el 96% de la población de Gaza enfrenta a una inseguridad alimentaria aguda de nivel de “crisis” o superior. De esas personas, medio millón sufre niveles catastróficos de hambre.
La gran escasez de productos básicos ha afectado a las cocinas comunitarias y ha aumentado el “riesgo de deterioro e infestación de los suministros de alimentos abandonados” en medio de las abrasadoras temperaturas del verano, apuntó OCHA.
“Además, la capacidad de producción de comidas calientes en Gaza y las gobernaciones del norte de la Franja ha sido insuficiente para sustentar a decenas de miles de personas recientemente desplazadas”. Asimismo, la falta de entrada de suministros comerciales al norte de Gaza durante casi tres meses ha resultado en una falta casi total de fuentes de proteínas como la carne y las aves en el mercado local, explicó.
La OCHA agregó que sólo unos pocos tipos de hortalizas producidas localmente están disponibles a precios impagables en el norte de la Franja, e insistió en que la falta de semillas, fertilizantes y otros insumos para la producción animal y agrícola impide restablecer la producción local de alimentos.
Pérdida de ingresos familiares
Por su parte, la FAO señaló que los hogares altamente dependientes de la agricultura han perdido hasta el 72% de sus ingresos. Además, el número de cabezas de ganado está en caída libre: una gran parte del ganado para obtener carne y productos lácteos en Gaza ha sido sacrificado, consumido o herido y perdido en la guerra.
Un análisis reciente de datos satelitales realizado por la FAO también destacó un aumento continuo de la superficie de tierras agrícolas dañadas. Según un estudio realizado en mayo pasado, más del 57% del territorio ha sido dañado en la Franja de Gaza.
Más del 60% de las tierras afectadas son huertos, casi el 20% se utiliza para horticultura y la misma proporción para el cultivo de cereales. La FAO constata un aumento del 33% en la superficie de tierra dañada desde enero de 2024.
Las imágenes de satélite mostraron además que las huellas de vehículos pesados, las demoliciones, los bombardeos y otras presiones inducidas por el conflicto han dañado gravemente la infraestructura agrícola de Gaza. Revelaron que cerca del 33% de los invernaderos fueron dañados, al igual que más del 46% de los pozos y más de 2300 infraestructuras agrícolas.
Obstáculos para distribuir ayuda
Mientras tanto, la inseguridad, los daños en las carreteras, la alteración del orden público y las restricciones de acceso siguen obstaculizando el tráfico a lo largo de la principal ruta de carga humanitaria entre el cruce de Kerem Shalom y Khan Younis y Deir al Balah.
Esta situación ha provocado una escasez crítica de productos de ayuda para apoyar las operaciones humanitarias, incluido el funcionamiento de comedores comunitarios, además de aumentar el riesgo de deterioro e infestación de los suministros de alimentos abandonados debido a las temperaturas extremadamente altas.
Según la OCHA, el paso de combustible y provisiones de ayuda desde el centro y sur de Gaza hacia el norte sigue parcialmente obstruido. Como resultado, las seis panaderías en el norte de Gaza (cuatro en la ciudad de Gaza y dos en el norte de la Franja) reciben sólo cantidades exiguas de combustible.
La desnutrición va al alza
En términos más generales, los repetidos movimientos de población, la inseguridad y las dificultades de acceso siguen dificultando la detección temprana de niños y mujeres que necesitan servicios de nutrición. Desde mediados de enero, casi 170.000 niños de entre seis meses y cinco años, más de 10.000 mujeres embarazadas y lactantes han sido examinados para detectar desnutrición.
De todos los niños examinados, a 11.500 se les diagnosticó desnutrición aguda y recibieron tratamiento de acuerdo con protocolos simplificados. Los demás niños también fueron ingresados para recibir tratamiento.
Al 20 de julio, estaban disponibles más de 300 puntos de prestación de servicios de alimentación suplementaria para niños pequeños. Desde mediados de julio, han entrado a Gaza casi 100 toneladas de suplementos nutricionales a base de lípidos, lo que ha permitido a los socios reanudar el programa de alimentación suplementaria a gran escala.
Sin servicios de salud
Estos últimos avances nutricionales se producen mientras las frecuentes órdenes de evacuación y las hostilidades en curso continúan devastando el sistema de salud de Gaza.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) reportó que las poblaciones no pueden acceder a servicios de salud esenciales, especialmente aquellas que padecen enfermedades crónicas. Los hospitales están al límite de su capacidad.
En el terreno, continúan los movimientos de población tras las órdenes de evacuación del ejército israelí. Según UNRWA, muchas familias se ven obligadas continuamente a desplazarse en busca de un lugar seguro que no existe en la Franja.
“Los residentes están agotados por los incesantes desplazamientos. Dejan casi todo atrás y toman en sus manos lo que pueden”, dijo Louise Wateridge, portavoz de UNRWA en Gaza.
Las familias con niños pequeños se ven obligadas a correr por zonas peligrosas, “en medio de bombardeos y operaciones militares, sin ningún lugar seguro adónde ir”, continuó.
“Los niños lloran y gritan, todos se encuentran una vez más en esta horrible situación. Les prometemos seguridad donde no la hay”, abundó Wateridge en una publicación en X.