Las condiciones meteorológicas relacionadas con El Niño, que incluyen precipitaciones extremadamente escasas, han provocado que Lesoto se convierta en el último país en declarar el estado de catástrofe alimentaria nacional, tras declaraciones similares de Botsuana, Malaui, Namibia, Zambia y Zimbabue.
"Las necesidades humanitarias a las que se enfrentan las niñas y los niños debido a El Niño son extremadamente preocupantes", declaró Etleva Kadilli, directora regional de UNICEF para África oriental y meridional. "El aumento de la inseguridad alimentaria y la desnutrición, los problemas de acceso al agua potable y al saneamiento, así como los riesgos de brotes de enfermedades como el cólera son una grave amenaza. Miles de niñas y niños están a punto de sufrir un impacto irreversible en su salud y crecimiento debido a la crisis relacionada con el clima y esta advertencia no debe pasar desapercibida para la comunidad internacional."
En Lesoto, Malawi, Namibia, Zambia y Zimbabue, 7,4 millones de niñas y niños viven en situación de pobreza alimentaria, de los cuales más de 2 millones sobreviven con dietas extremadamente pobres que incluyen como máximo dos grupos de alimentos. Esta situación se ha agravado en gran parte del sur de África debido a la sequía. Las comunidades han perdido cosechas y ganado por falta de pastos y agua. Las niñas y los niños se ven muy afectados por las perturbaciones climáticas en África meridional.
Estas perturbaciones reducen drásticamente la cantidad, diversidad y calidad de los alimentos disponibles, afectan negativamente al cuidado de las niñas y los niños e interrumpen el acceso a agua limpia y segura, exponiéndoles a enfermedades infantiles potencialmente mortales, como la diarrea.
“Mediante una colaboración innovadora, ideas y financiación que incluyan la participación de la comunidad, como los grupos de atención dirigidos por madres en Zimbabue y el programa multisectorial de nutrición a gran escala en Zambia, podemos garantizar que las niñas, los niños y sus familias reciban el apoyo de esfuerzos sostenibles que les protejan de algunas de las graves consecuencias de las crisis climáticas en la región”.
El fortalecimiento de los sistemas nacionales de protección social es una de las herramientas clave de UNICEF para ayudar a las familias a aumentar su resiliencia ante futuras crisis y a recuperarse de los efectos de las emergencias”, añadió Kadilli. "La inversión y la innovación en la creación de resiliencia familiar y social son vitales. Se debe dar prioridad a los marcos que se mantengan aptos para el futuro, incluidos los sistemas alimentarios diversos, el agua potable, los servicios de saneamiento, la educación informada sobre el clima y la atención sanitaria sensible al clima, junto con la salvaguarda de los servicios y sistemas clave para los niños a fin de garantizar la calidad y el acceso ininterrumpido."
Además de invertir en resiliencia, UNICEF pide que se aceleren y amplíen urgentemente los programas que salvan vidas en toda la región para reducir el riesgo de que aumente el número de niñas y niños desnutridos.
Información actualizada por países:
• En Lesotho, unas 700.000 personas se encuentran en situación de vulnerabilidad alimentaria.
• En Malawi, donde se espera que 5,7 millones de personas experimenten altos niveles de inseguridad alimentaria aguda entre octubre de 2024 y marzo de 2025, ya se ha observado una tendencia al aumento de la malnutrición aguda grave en niñas y niños, con un incremento del 18% en las admisiones registradas entre enero y mayo de 2024.
• En Namibia, casi la mitad de la población del país se enfrenta al devastador impacto de una grave sequía provocada por El Niño. Entre julio y septiembre de 2024, se prevé que 1,4 millones de personas (el 48% de la población analizada) se enfrenten a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
• En Zambia, 2 millones de personas sufren inseguridad alimentaria aguda y se prevé que casi 52.000 niñas y niños menores de cinco años de los 84 distritos afectados por la sequía en Zambia sufran desnutrición aguda grave -la forma más mortal de desnutrición- en los próximos 12 meses si no se ponen en marcha medidas preventivas y de tratamiento urgentes. UNICEF colabora con el Gobierno de Zambia y sus aliados para dar prioridad a las necesidades de la infancia en los planes de respuesta. Esto incluye la formación de voluntarios comunitarios y grupos de apoyo nutricional para la detección precoz y la remisión de casos de desnutrición, el fortalecimiento del sistema de salud para proporcionar servicios esenciales a los niños y sus familias, y la puesta en marcha de iniciativas de suministro de agua de emergencia, entre otras intervenciones críticas.
• En Botsuana, casi 12.000 niñas y niños menores de cinco años tienen un peso inferior al normal debido a la menor producción agrícola y al aumento de los precios de importación de cereales y otros alimentos, lo que expone a los niños vulnerables a un mayor riesgo de inseguridad alimentaria y desnutrición.
• En Zimbabue, 580.000 niñas y niños pequeños viven en situación de pobreza alimentaria grave, una cifra que probablemente aumente con la actual sequía inducida por El Niño. UNICEF está trabajando con el Gobierno y los socios nacionales para proteger la diversidad de la dieta y las prácticas de alimentación infantil y para evitar un aumento de la emaciación infantil, mediante la ampliación y el fortalecimiento del modelo nacional multisistema basado en la comunidad para la prevención de todas las formas de desnutrición, con los Grupos de Atención como plataforma de entrega. Los Grupos de Atención, formados y dirigidos por madres, ofrecen un paquete holístico de asesoramiento y apoyo que incluye salud, nutrición, desarrollo infantil, agua, saneamiento e higiene, y están vinculados a otras formas de apoyo disponibles en el distrito, incluida la protección social (distribuciones de efectivo y alimentos), apoyo agrícola y actividades de generación de ingresos. Hasta la fecha, UNICEF ha apoyado la formación de 200 Grupos de Atención para prevenir la desnutrición infantil.