El miércoles en Beijing, Dmytro Kuleba, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, comunicó a los altos diplomáticos del Partido Comunista Chino que su nación está "dispuesto y listo para el diálogo y las negociaciones con Rusia". Este anuncio marca un giro drástico en comparación con las constantes negativas de la administración del presidente Volodymyr Zelensky a evaluar la posibilidad de conversaciones directas.
Durante una década, el aventurerismo colonialista de Rusia en Ucrania ha sido evidente, comenzando con la "anexión" de la península de Crimea en 2014, cuando Barack Obama era presidente, y apoyando a grupos prorrusos "separatistas" en la región del Donbás. En febrero de 2022, Vladimir Putin, el líder de Rusia, declaró el inicio de una "operación especial" con el objetivo de derrocar a Zelensky; esta acción se tradujo en una invasión militar a gran escala que continúa hasta hoy. Durante dos años, Zelensky ha rechazado dialogar con Putin, argumentando que no debe haber conversaciones mientras los soldados rusos permanezcan en su territorio.
En diciembre de 2019, tuvo lugar su último contacto directo con Putin, en el que participaron el presidente francés, Emmanuel Macron, y la entonces canciller alemana, Angela Merkel. Zelensky, frustrado por estas conversaciones, las calificó de inútiles y solicitó la intervención de países "serios" en lugar de Francia y Alemania.
En Pekín, Kuleba se reunió con Wang Yi, el ministro de Relaciones Exteriores de China, así como con otros altos dirigentes del Partido Comunista para discutir la invasión en curso y las relaciones comerciales entre Kiev y Pekín. A pesar de ser tal vez el aliado geopolítico más cercano de Rusia, China se posiciona como el principal socio comercial de Ucrania.
"En un comunicado en las redes sociales tras mis conversaciones con Wang, escribí que hoy mantuve negociaciones detalladas y exhaustivas con mi homólogo chino, Wang Yi, sobre el camino hacia la paz", expresó Kuleba. "Subrayé que Ucrania requiere una paz justa y duradera, no simplemente una ilusión de paz, y valoro que esta postura haya sido recíproca".
Kuleba mencionó que él y Wang "acordaron que todas las fuerzas deben trabajar juntas para encontrar un terreno común en el camino hacia el restablecimiento de una verdadera paz de acuerdo con los principios de la Carta de la ONU".
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