Los científicos se encuentran perplejos ante este hallazgo, ya que desafía las antiguas teorías que afirmaban que únicamente los organismos fotosintéticos, como las plantas y las algas, son responsables de generar el oxígeno en la Tierra mediante el uso de la luz como fuente de energía.
"El inicio de la vida aeróbica en nuestro planeta dependía de la presencia de oxígeno, y hasta ahora se creía que los organismos fotosintéticos eran los responsables de su suministro a la Tierra", comentó Andrew Sweetman, de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (Reino Unido). "Sin embargo, hemos descubierto que el oxígeno también se genera en las profundidades del océano, en lugares sin luz. Por ello, considero que es necesario replantear interrogantes como: ¿Dónde pudo haber tenido su origen la vida aeróbica?", planteó.
Sweetman descubrió el "oxígeno oscuro" a casi 4.000 metros bajo la superficie del océano, mientras llevaba a cabo un trabajo de campo desde un barco en el Pacífico. El investigador comentó: "Cuando obtuvimos estos datos por primera vez, pensamos que los sensores estaban defectuosos porque todos los estudios realizados en las profundidades marinas solo habían observado que el oxígeno se consumía en lugar de producirse". Además, indicó: "Volvíamos a casa y recalibramos los sensores, pero, a lo largo de 10 años, estas lecturas extrañas de oxígeno seguían apareciendo".
Un resultado similar fue mostrado por un método alternativo de detección de oxígeno. "Cuando ambos métodos arrojaron el mismo resultado, supimos que estábamos ante algo innovador e impensable", afirmó.
En su búsqueda de posibles explicaciones acerca del origen del oxígeno, Sweetman se puso en contacto con Franz Geiger, un químico de la Universidad Northwestern (EE.UU.) que lideró los experimentos de electroquímica. Geiger había hallado que al mezclar óxido metálico con agua salada, es posible producir electricidad.