“Otro día. Otro mes. Otra escuela bombardeada”, dijo en un tuit el responsable de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) después de que una escuela en Nuseirat, en el centro de Gaza, fuera ”bombardeada por las fuerzas israelíes” el sábado.
Philippe Lazzarini detalló que la escuela era el hogar de casi 2000 desplazados internos y que tras el ataque se reportaron decenas de víctimas.
La agresión se produjo en medio de informes de que las conversaciones para el alto el fuego y la liberación de rehenes se reanudarían en los próximos días, ya que los esfuerzos anteriores han fracasado a pesar de la presión internacional sostenida de los países con influencia en ambas partes.
El éxito de las negociaciones de esta semana dependerá de que se satisfaga la petición de Hamás de poner fin definitivamente a los combates y a los intensos bombardeos aéreos israelíes que han arrasado amplias zonas del territorio palestino, así como el objetivo de guerra declarado del gobierno israelí de destruir la capacidad militar de Hamás tras los ataques del 7 de octubre de esta organización al sur de Israel.
1,9 millones de desplazados
Desde entonces, casi 38.000 palestinos han muerto y más de 87.000 han resultado heridos según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Además, los últimos datos de la UNRWA indican que al menos 520 personas refugiadas en los albergues de la agencia han muerto y unas 1602 han resultado heridas.
En su última actualización, la Oficina de Coordinación para los Asuntos Humanitarios (OCHA) informó de que hay alrededor de 1,9 millones de desplazados en Gaza a causa de la guerra, incluidos algunos que han debido movilizarse hasta nueve o diez veces.
Antes de la operación israelí en Rafah a principios de mayo, la cual provocó desplazamientos adicionales desde ese lugar y otras partes de la Franja de Gaza, la cifra ya alcanzaba 1,7 millones de personas.
Dificultades extremas para las madres con bebés
Por su parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) reiteró este lunes su llamamiento a un alto el fuego y alertó sobre las enormes dificultades a las que se enfrentan las madres y sus bebés en medio de las hostilidades.
“Desde que empezó la guerra, he permanecido desplazada y he dado a luz”, señaló Eman, quien tuvo trillizos hace seis meses, y subrayó que las condiciones del embarazo fueron “pésimas” debido a la falta de alimentos y las continuas enfermedades derivadas de la falta de higiene.
Todos los ojos puestos en la frontera entre Líbano e Israel
En la Línea Azul, la cual separa a Israel y Líbano y sigue vigilada por la ONU, continúan los intercambios diarios de ataques entre los israelíes y Hezbolá, aliado clave de Hamás.
El domingo, Hezbolá reivindicó la autoría de un ataque con dron en el monte Hermón, en los Altos del Golán sirios, ocupados por Israel. Además, ha afirmado que sólo detendrá sus operaciones cuando termine la guerra en Gaza.
"La ampliación gradual del alcance y la escala de los enfrentamientos más allá de la Línea Azul aumenta significativamente el riesgo de errores de cálculo y de un mayor deterioro de una situación ya alarmante", declaró la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL) a Noticias ONU antes de la última escalada.
Citando los últimos datos de la OCHA, esta misión de mantenimiento de paz declaró que casi 97.000 personas se habían desplazado del sur del Líbano a causa de las hostilidades hasta el 25 de junio; además, se han reportado más de 1800 víctimas, entre ellas 435 muertos, de los cuales 97 eran civiles. "Una solución política y diplomática es la única solución viable a largo plazo", insistió.
Investigación en curso
En respuesta al ataque de la escuela y a las afirmaciones del ejército israelí de que había sido utilizada por grupos armados palestinos, el responsable de la UNRWA, Lazzarini, dijo que se tomaba las acusaciones "muy en serio".
"Es exactamente por lo que he pedido en repetidas ocasiones investigaciones independientes para esclarecer los hechos e identificar a los responsables de los ataques a las instalaciones de la ONU o el uso indebido de las mismsa", dijo, en referencia a una pesquisa en curso tras las afirmaciones israelíes de que doce miembros del personal de UNRWA estuvieron involucrados en los ataques dirigidos por Hamás el 7 de octubre.
El organismo de supervisión interna de la ONU sigue investigando a ocho miembros del personal de la agencia. Hasta la fecha, ha suspendido otros tres casos por falta de pruebas suficientes de las autoridades israelíes y ha cerrado uno porque Israel no proporcionó ninguna evidencia.
"Nueve meses después de esta brutal guerra, pido una vez más un alto el fuego para que la población de Gaza e Israel obtengan por fin un respiro y protección, y todos los rehenes sean liberados de inmediato", puntualizó Lazzarini.
"Cuanto más dure esta guerra, la brecha será más profunda y la gente tendrá que soportar más sufrimiento", advirtió.