El presidente Pedro Sánchez sorprende al quitarse la careta en una entrevista en TVE después de cinco días de encierro en la Moncloa. Durante la entrevista, Sánchez declara que su nueva misión es tomar el poder judicial y poner fin a los medios digitales que considera libelos.
Se comenta que Sánchez tiene la intención de disolver el Senado, alegando que le molesta cómo este órgano está expuesto en el artículo 115 del Título 5 de la Constitución española. Según dicho artículo, el presidente del gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros y bajo su exclusiva responsabilidad, puede proponer la disolución del Congreso, el Senado o las Cortes Generales, que será decretada por el rey. El decreto de disolución establecerá la fecha de las elecciones.
Tezanos, el futurólogo de confianza de Sánchez, pone en duda la legitimidad del Senado. Sánchez considera que el Parlamento, como órgano depositario de la voluntad popular surgido de las urnas, forma parte de su plan para eliminar una cámara que no controla, al igual que los jueces y los medios de comunicación.
Sánchez quiere silenciar a aquellos que critican su gestión y lo comparan con líderes como Chávez y Maduro. Para él, lo publicado en su contra y en contra de su entorno es solo pura intoxicación, mientras que lo que difunde él y sus ministros contra sus opositores es información veraz.
A nivel internacional, ya se ha retratado a Sánchez como un líder controvertido. Las portadas de los principales medios durante los cinco días de su encierro en la Moncloa no le han dado un buen prestigio internacional, en caso de que lo tuviera.