Nuevo intento de VOX para salvar la igualdad de todos los españoles dentro de la Constitución. La senadora andaluza, Paloma Gómez, ha advertido durante el Pleno del Senado que la modificación del artículo 49 de la Constitución que se debatía hoy supone la «quiebra del principio de igualdad» al incorporar diferencias por géneros entre las personas con discapacidad. «Consagra la ideología de género dentro de la Constitución», ha insistido.
Gómez ha coincidido en que la modificación constitucional es necesaria, sin embargo, «no reúne la circunstancia de urgencia con la que se está tramitando» porque el cambio solicitado lleva muchos años incorporado al ordenamiento jurídico español, a través de la legislación aplicable. En definitiva, «han hurtado el debate, sin previo diálogo, sin acuerdos». «Era tan urgente, que llegan a impulsarla 20 años después de la petición de las asociaciones», ha ironizado.
La única explicación que la portavoz de VOX ha encontrado a estas prisas del Gobierno para modificar el artículo 49 de las Constitución ha sido el intento de «disfrazar su debilidad con consensos. «Camuflan de buenas y altruistas sus intenciones, como si sólo fuese un cambio terminológico, cuando en realidad es toda una declaración de ideología», ha insistido.
Gol al PP
La senadora de VOX se ha dirigido directamente al Grupo Popular para advertirles del «gol en propia puerta» que el Gobierno y sus socios «han metido al PP». «Luego vendrán los arrepentimientos», ha vaticinado, antes de recordar a los populares que «han tenido la oportunidad de corregir su incomprensible actuación de la semana pasada en el turno de enmiendas en el Senado, donde han optado por no presentar nada».
Y es que, tal y como ha explicado Gómez, el cambio en la Constitución «no compensa el daño que con la legislación propuesta se infiere a las personas con discapacidad». Por un lado, ha explicado, «la reforma en tramitación, y con vistas de ser aprobada hoy, tiene repercusiones indirectas en dos ámbitos sustanciales: el aborto y la eutanasia» porque «consagra la discriminación en las leyes eugenésicas del aborto y la eutanasia».
«Justificará que una persona con discapacidad pueda ser excluida desde el minuto uno antes de nacer, y justificará la exclusión, de aquellos que no pueden dar un consentimiento válido, porque no pueden ser autónomas, facilitando así la petición de eutanasia en vez de promover los cuidados paliativos».
No ha cerrado su discurso sin denunciar la «hipocresía de unos grupos parlamentarios que niegan la puesta en marcha de una ley para enfermos de ELA y grandes dependientes por suponer, dicen, un coste de 38 millones de euros».