Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron este jueves el atentado terrorista perpetrado en la ciudad de Kermán, en Irán, el pasado miércoles, que causó la muerte de más de 100 personas, incluidos niños y mujeres, y dejó a otras 211 heridas, algunas de ellas en estado crítico.
Además, expresaron su más sentido pésame y sus condolencias a las familias de las víctimas y al Gobierno de Irán, y desearon una completa recuperación a los heridos.
En una declaración de prensa, el Consejo reafirmó que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacionales.
Rendición de cuentas
Los miembros del órgano de seguridad también subrayaron la necesidad de responsabilizar y llevar ante la justicia a los autores, organizadores, financiadores y patrocinadores de esos actos de terrorismo.
Asimismo, instaron a todos los Estados a que, de conformidad con las obligaciones que les incumben en virtud del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, cooperen activamente con el Gobierno de Irán, así como con todas las demás autoridades competentes a ese respecto.
Por último, reiteraron que todo acto de terrorismo es criminal e injustificable y refrendaron la necesidad de que todos los Estados combatan por todos los medios, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y otras obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional, las amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas.
Por su parte, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, se sumó al rechazo al cruento atentado.
“Los responsables deben rendir cuentas, de acuerdo con las normas internacionales”, declaró a través de la cuenta de la red social X de la Oficina de Derechos Humanos.