Se paraliza la modernización del Ejército alemán anunciada por Scholz

Este miércoles, The New York Times informa que la modernización de las Fuerzas Armadas de Alemania (Bundeswehr), anunciada el año pasado por Berlín, se encuentra en un punto muerto mientras sus militares enfrentan una escasez de infraestructura, municiones y equipos básicos. Según expertos y oficiales del Ejército, "el cambio de época" prometido por el canciller alemán, Olaf Scholz, apenas es perceptible para los soldados ordinarios.

"Los retrasos en las adquisiciones y la necesidad de aumentar líneas de producción inactivas durante mucho tiempo están impidiendo que mucho dinero se materialice o vaya a armas que no estarán en manos de los soldados durante años", señala el artículo. Además, se cuestiona si estos cambios realmente sucederán debido a la lenta velocidad con la que se están llevando a cabo.

El lamentable estado de una escuela de artillería ubicada en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste del país, es descrito por The New York Times en ese contexto. Según el plan actual, la escuela estará renovada para el 2042. En la escuela, todavía se espera que se reemplacen 14 obuses que fueron enviados a Ucrania, mientras se quejan de una escasez de municiones. Además, un 85 % de los edificios del centro requieren ser rehabilitados. Estos edificios tienen tuberías rotas, techos con goteras y baños en tan mal estado que se encuentran cerrados de manera permanente.

Scholz prometió una ambiciosa modernización del Ejército del país tras el inicio del operativo militar ruso. En junio del año pasado, se aprobó en el Parlamento Federal de Alemania (Bundestag) la creación de un fondo especial de defensa de 100.000 millones de euros (107.200 millones de dólares). En aquel entonces, se indicó que la compra de armamento y otros equipos para las Fuerzas Armadas sería el destino del dinero, mientras que para los próximos años se planeaba la adquisición de modernos cazas F-35, nuevas corbetas para la Armada y reemplazos para el vehículo de combate de infantería Marder y el de transporte de tropas Fuchs.

"La administración de la escasez ha terminado", declaró Christine Lambrecht, ministra de Defensa alemana en ese momento. Además, el fondo debía permitir a Berlín cumplir el objetivo de gastar cada año en defensa el 2% de su producto interno bruto. Lambrecht también afirmó que el dinero llegaría rápidamente a las tropas y se utilizaría "de forma adecuada, eficiente y eficaz".