Un informe local detalló que la prisión más grande de Bélgica está siendo sacudida por un escándalo sexual salvaje en el que se acusa a guardias y empleados de organizar orgías en jacuzzis e intercambiar pulseras de colores para determinar a sus parejas sexuales.
Según un informe del medio de comunicación belga Sudinfo, se ha criticado a diez guardias y empleados de la prisión de Lantin, ubicada cerca de la ciudad de Lieja, por supuestamente organizar fiestas sexuales después del trabajo y mantener relaciones sexuales entre ellos durante sus turnos en la prisión. En el informe, se describe a una de las empleadas como una "ninfómana" que supuestamente demandaba sexo a sus compañeros de trabajo mientras estaban en servicio.
Después de las horas de trabajo, se alega que los empleados llevaban a cabo orgías con mayor frecuencia en un jacuzzi propiedad de un guardia masculino conocido solo como "P". Durante las fiestas, según el informe, los empleados determinaban al azar con qué compañero tendrían relaciones sexuales dibujando brazaletes de colores. Según una fuente anónima que habló con el medio, una empleada descrita como "ninfómana" y solo identificada como "S", supuestamente exigía sexo a sus colegas para poder realizar su trabajo. "A partir de las 6 de la mañana, dejaba claro que si no tenía relaciones sexuales, no podría trabajar", informó la fuente al Daily Star.
Según informó el Daily Star, durante su turno, "S" supuestamente tuvo relaciones sexuales con compañeros de trabajo en la oficina de un alto funcionario de la prisión. La prisión de Lantin, descrita como una prisión de mínima seguridad que alberga tanto a hombres como a mujeres, es considerada el "establecimiento más grande del país", según su sitio web. Su diseño se basó en modelos estadounidenses y alemanes.
Según la fuente anónima, no se sabe con claridad cómo "S" fue contratada en la prisión. La fuente cita que su hermano era supuestamente un recluso en la instalación. La fuente también menciona que el hermano fue declarado culpable y sentenciado a prisión por asesinar a un hombre gay.
"Según la fuente, la visitante solía venir a verlo todos los días y se mostraba muy amigable con las familias de los detenidos en la sala de espera. Sin embargo, era notoriamente arrogante y altanera con los agentes encargados de vigilar la sala de visitas. Su ingreso repentino como funcionaria de prisiones en Lantin fue impactante para todos, considerando que había sido una simple visitante durante un año".