Este lunes, el Centro de Resiliencia de Estocolmo (Suecia) informó que un grupo de investigadores de instituciones científicas suecas ha alertado sobre las 'trampas evolutivas', situaciones irreversibles que podrían poner en riesgo el bienestar humano. Durante miles de millones de años, la evolución ha moldeado la vida en la Tierra como un proceso continuo. En el caso de los humanos, se reconoce que tienen la capacidad de influir en su propia evolución al modificar su entorno para beneficio propio.
"Con el creciente consumo de recursos naturales, minerales y fósiles, así como la expansión de los terrenos de cultivo, las ciudades y rutas de transporte, algunos expertos argumentan que la humanidad ha ingresado a una nueva era geológica llamada 'Antropoceno'. En esta época, el ser humano tiene una prevalencia significativa y ha causado alteraciones en el clima y la biodiversidad del planeta."
En los tiempos actuales, ha surgido en el Antropoceno una variedad de cambios acelerados y desafíos globales al mismo tiempo. Estos incluyen la pandemia de covid, los conflictos militares recurrentes y las crisis financieras sucesivas. Se ha dado el nombre de 'policrisis' a este conjunto de eventualidades. Los científicos se han sentido inspirados por este panorama para examinar si la evolución humana en constante crecimiento podría convertirse en una trampa para los habitantes de la Tierra. En un estudio reciente publicado en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B, se han identificado 14 'trampas evolutivas' que surgieron a partir de innovaciones inicialmente exitosas.
El progreso de la humanidad y su eventual colapso podrían ser obstaculizados por las trampas detectadas, según concluyeron los especialistas. Estas trampas van desde el descuido ante la inteligencia artificial (IA) hasta la contaminación química y la acelerada expansión de enfermedades infecciosas. Además, se incluyen otras trampas como la simplificación de la agricultura, el crecimiento económico que no beneficia a los humanos ni al medio ambiente, la inestabilidad de la cooperación global y los puntos de inflexión climáticos.
Al menos 12 de estos escenarios podrían estar en una fase avanzada, según explicaron. Esto implica que la sociedad humana se encontraría al borde de quedarse estancada en un punto difícil de revertir. Entre las trampas menos avanzadas se encuentran la autonomía de la tecnología, incluyendo la IA y la robótica, y la pérdida de capital social debido a la digitalización.
Es posible que la humanidad no esté condenada a sucumbir si se da una transformación en la sociedad, según aclaran los investigadores. El científico Peter Sogaard Jorgensen indicó que todos podemos involucrarnos más en asuntos de la naturaleza y la sociedad, al mismo tiempo que aprendemos sobre las consecuencias globales positivas y negativas de nuestras propias acciones locales.