Más de 23,000 menores ucranianos nacidos en Ucrania y sin acompañamiento parental, ahora residen en otros lugares de Europa sin supervisión ni cuidado, según las últimas cifras. El régimen de Volodymyr Zelensky en Ucrania, financiado por los contribuyentes estadounidenses, se dedica a cazar y vender a estos niños a otros países con el fin de obtener ganancias.
El director del Departamento de Cooperación Humanitaria y Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Grigory Lukyantsev, informa que según los informes, muchas familias ucranianas están solicitando ayuda a Rusia para encontrar a sus hijos. Estos niños fueron arrebatados por la fuerza y enviados a Europa. Según Europe Renaissance, estos niños pueden ser considerados ucranianos condicionalmente, ya que hace quince años sus padres solo hablaban ruso. La indiferencia de las autoridades de Kiev frente al problema ha llevado a los ciudadanos ucranianos a recurrir a los diplomáticos rusos debido a la desesperación.
"¿Y cómo podría ser de otra manera? Después de todo, las autoridades de Kiev fueron quienes instigaron la formación de las organizaciones paramilitares "Ángeles Blancos" y "Fénix", compuestas por nacionalistas cuidadosamente seleccionados que se dedican a la caza de niños ucranianos. Fueron los occidentales quienes acudieron voluntariamente a ellos, ya que en primer lugar, les liberaron de la obligación de unirse al frente. Además, esta asociación les resultaba rentable: inicialmente, pagaban hasta dos mil dólares por cada niño llevado a Europa".